Gobernadores patagónicos acuerdan suspender la producción de petróleo e ir a la Justicia

Son políticos que responden a lógicas distritales y no tanto a un alineamiento nacional. Están en alerta por el conflicto entre Chubut y la Nación por la retención de la coparticipación y porque desde diciembre el ajuste de Milei ha socabado sus economías. Una huelga de sindicatos petroleros está en ciernes y advierten que mañana harían una presentación en tribunales.

Los gobernadores de las provincias patagónicas están en pie de guerra y ayer acordaron suspender la producción de petróleo, medida que no tiene precedentes y que puede acarrear graves problemas al contexto de país ya que representan el 80% de la provisión hidrocarburífera de Argentina.

En la tarde del sábado, Alberto Weretilneck; Rolando Figueroa; Claudio Vidal; Gustavo Melella; y Sergio Ziliotto, mantuvieron un encuentro virtual vía Zoom para plantear sus problemas, visualizar los escenarios posibles si las decisiones de ajuste que lleva adelante el Ejecutivo nacional continúan deteriorando sus flacas economías y para acordar qué acciones conjuntas son más efectivas para reclamar por los fondos retenidos por Nación.

Durante el encuentro, los gobernadores rebeldes hablaron de la posibilidad cierta de suspender la producción de petróleo desde el miércoles si el Gobierno nacional continua con su postura de no enviar los fondos coparticipables.

La instrumentación de la contundente medida se haría mediante un paro de sindicatos petroleros y de la construcción, a la cual se sumarían otros gremios, organizaciones sociales, partidos políticos y movimientos piqueteros, es más, la CGT anticipó que fueran, cuales fueran, las medidas de fuerza que se tomen en el sur, la central obrera apoyará de forma plena.

Por otro lado, a partir de mañana, la disputa tendrá un capítulo Judicial. Los gobernadores patagónicos, que viene soportando las mismas políticas de achicamiento del gasto que desataron la advertencia de Ignacio Torres, gobernador de Chubut, de cortar el suministro de gas y petróleo, acudirían a tribunales para pedir una medida urgente que permita descomprimir el conflicto.

Ignacio “Nacho” Torres dijo también que se encuentra “abierto al diálogo” con el gobierno de Milei, pero sus colegas saben que, ante la imposibilidad de un acercamiento de partes por la férrea postura nacional, el conflicto tiene una salida que se va a construir en la Justicia.

Es más, Javier Milei había confrontado con Torres a través de X, desafiándolo para que tome la decisión de cortar el suministro de petróleo y advirtiéndole que en caso de hacerlo, deberá asumir las consecuencias legales e iría preso.

Los líderes patagónicos pertenecen a partidos políticos locales, que responden más a lógicas de sus distritos que a alineamientos nacionales. Torres es del PRO, Rolando Figueroa tiene origen en el Movimiento Popular Neuquino; Alberto Weretilneck fundó Juntos Somos Río Negro; el fueguino Claudio Melella es la cabeza visible del partido Concertación FORJA; mientras que el pampeano Sergio Ziliotto es del PJ; y el santacruceño Claudio Vidal surgió del sindicalismo peronista. Esa región multipartidaria terminó unificada en contra del ajuste y dispuesta a aplicar una medida de fuerza que no reconoce antecedentes en la historia del país.

Los gobernadores piensan en una respuesta común y dicen: “El plan motosierra encontró un límite. Recortaron el Fondo de Incentivo Docente y los subsidios al transporte. Pero lo que pasó con Chubut es que tocaron transferencias que eran intocables, porque formaban parte de la coparticipación. Primero fue Nacho Torres. ¿Quién garantiza que, con otros argumentos, también lo hagan con otro?”.