«Perdón, hermana», la historia de la foto que revela el dolor del alma por la muerte en pandemia

Un periodista tucumano fotografió el dolor del alma. El martes pasado, fotografió el dolor de Marcela, su hermana, quien perdió “al novio de su infancia, al novio de su juventud, al compañero de toda una vida”; el dolor propio al verla devastada detrás de las rejas del cementerio; y el dolor de tantos otros, a quienes el Covid-19 les arrebató sus afectos. La foto viral posteada en Facebook, las sentidas palabras y el pedido: “Perdón, hermana, perdón por la foto y por haberla subido”.

Alberto Infante es un veterano periodista con más de 30 años de profesión. Trabaja en Canal 5 de la ciudad de Alberdi, ubicada en el sur del territorio tucumano y despliega sus conocimientos en las Redes Sociales. Acostumbrado a seguir el desarrollo de las noticias y curtido por los avatares de la profesión, quizás alguna vez pensó que le tocaría informar un hecho muy personal -y rogó a Dios que no sucediera-.

Sin embargo, de seguro nunca imaginó que un día el dolor de su hermana se patentaría en una foto desgarradora que él mismo obtendría, de este lado de la reja, en el cementerio de Alberdi, cuando la familia despedía los restos mortales de su cuñado Víctor.

Subió la foto y una pequeña reseña del momento a su cuenta en Facebook y se volvió viral. De la publicación se hicieron eco los medios y cientos de personas comentaron su experiencia con el Covid-19 y enviaron mensajes de consuelo y solidaridad con los deudos. Más de mil veces fue compartida la publicación y sus sentidas palabras calaron hondo en la redacción de La Pluma.

“En la mañana de este martes sepultaron al novio de su infancia, al novio de su juventud, al compañero de toda una vida”, dice Alberto en su relato para ubicar a los lectores en contexto y explica la foto: “Mientras estuvo detrás de las verjas del cementerio, sin poder abrazar ni recibir un abrazo de consuelo, sin poder dar el último adiós, allá a lo lejos el amor se iba bajo tierra”.

El periodista había declarado a un medio de prensa tucumano que el único interés que lo movilizaba al publicar la foto era que “la gente tome conciencia. Mi hermana no será la última que viva esta escena, pero cuantos menos seamos, mejor”.

El posteo recorrió la virtualidad y de manera cruda expone lo que el periodista definió como “la realidad de vivir en carne propia una pérdida en estos tiempos de pandemia. Una madre, sus hijos, una nieta y el duro momento de no poder tomarse por un instante. Solos, separados, desconsolados”.

“Es difícil entender cuando es arrebatado un ser querido y no poder despedirlo como se quisiera. Este virus mutila el alma, sepulta sueños, ambiciones y proyectos”: dijo con profunda congoja en su relato y se atrevió a exponer a fuerza de dolor y angustia, el matiz más cruel y desolado de la pandemia: “Muchas personas ya perdieron por el virus a padres, abuelos hermanos, hijos, amigos y el cuadro se va repitiendo”.

El mensaje que deja en las RRSS apunta a decir ¡basta de irresponsabilidad social, cumplan con las medidas sanitarias dispuestas porque “el dolor de ese momento se comprende viviéndolo. Lo que quiero expresar es que podemos evitarlo.

Y al final, el pedido que conmueve y desata la empatía: “Hermana, te pido nuevamente perdón por la foto y por haberla compartido”.