11 de febrero de 2025

Javier Milei quiere adquirir el sistema Leónidas como solución frente a la creciente amenaza de drones

Para contrarrestar esta amenaza, el sistema Leónidas, basado en un arma de pulso electromagnético, se presenta como una de las soluciones más avanzadas y prometedoras.

En la guerra moderna, donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la defensa contra ataques simultáneos de drones se ha convertido en una prioridad para los ejércitos del mundo.

Los drones, conocidos en la jerga militar como UCAS (Unmanned Combat Aerial Systems), se han usado con creciente frecuencia en combates abiertos y en misiones en territorios enemigos, lo que ha provocado numerosas víctimas tanto en el ámbito militar como en instalaciones civiles.

El concepto de defensa contra drones a través de pulso electromagnético no es nuevo. Hace un año, el Centro de Estudios General Mosconi de la Facultad de Ingeniería del Ejército argentino publicó un artículo explicando cómo este sistema podría ser clave para neutralizar ataques aéreos de drones, especialmente en conflictos como la guerra en Medio Oriente y la invasión de Rusia a Ucrania, donde los enjambres de drones han jugado un papel crucial. Según este artículo, un arma de pulso electromagnético (EMP) puede derribar múltiples drones simultáneamente, lo que resulta vital en situaciones de ataque masivo.

Este tipo de sistema anti-drones ya está en funcionamiento, y según informes de la publicación DefenseOne, el ejército de los Estados Unidos colabora con empresas privadas para perfeccionar las tecnologías de derribo de estos aparatos. Entre las soluciones más destacadas se encuentra el sistema Leónidas, desarrollado por la compañía EPIRUS, especializada en sistemas C-UAS (Counter-Unmanned Aircraft Systems). Este sistema emplea energía dirigida para neutralizar drones mediante un pulso electromagnético, y ha sido adquirido por el Ejército de los EE.UU. en un contrato que alcanza los 66 millones de dólares.

La ventaja del pulso electromagnético sobre otros sistemas, como el láser, radica en su capacidad para afectar un área determinada del aire y neutralizar múltiples drones a la vez, lo que lo hace especialmente útil para enfrentar enjambres de drones, una amenaza creciente en el campo de batalla moderno. Esta tecnología ha sido descrita por altos mandos militares como «aterradora», dada la dificultad que supondría repeler un ataque de este tipo.

En este contexto, el presidente de Argentina, Javier Milei, ha comenzado a evaluar la posibilidad de equipar a las fuerzas de seguridad con sistemas de defensa eficaces contra los drones, y ha optado por un enfoque de secretismo para evitar licitaciones públicas. Según el Boletín Oficial, la adquisición de estos equipos se realizará con presupuesto del Ministerio de Seguridad, dirigido por Patricia Bullrich, y tendrá un carácter «secreto». Esto ha generado especulaciones sobre la posibilidad de que Argentina esté en conversaciones con empresas como EPIRUS para adquirir el sistema Leónidas.

El informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) de Estados Unidos, publicado en septiembre de 2023, subrayó el avance de las tecnologías de enjambres de drones, que coordinan múltiples aparatos para realizar misiones cooperativas con mínima intervención humana. Esta tecnología también se ha comenzado a aplicar a vehículos terrestres no tripulados, lo que amplía aún más las posibilidades de ataques en diferentes frentes.

Todo parece indicar que el desarrollo de sistemas de defensa basados en pulsos electromagnéticos para contrarrestar los enjambres de drones será una de las estrategias clave para las fuerzas de seguridad en los próximos años. Con la tecnología avanzando rápidamente, la capacidad para defenderse de estas amenazas latentes se perfila como una de las prioridades en la agenda de seguridad global.

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