13 de noviembre de 2025

Es mucho: le robaron el celular a Osvaldo Jaldo durante un acto

En Argentina ya no hay jerarquías que valgan: ni los gobernadores zafan del bolsillo ajeno. Esta vez le tocó al tucumano Osvaldo Jaldo, a quien le robaron el celular en pleno acto institucional, mientras sonreía para la foto con vecinos y simpatizantes en el municipio de La Cocha. Sí, leyó bien: en medio de abrazos, saludos y flashes, una mujer aprovechó la confusión del protocolo para hacer lo suyo… y lo suyo fue meterle la mano al mismísimo Gobernador y quedarse con su teléfono.

El episodio ocurrió el miércoles pasado, durante la inauguración de una oficina de atención jurídica, lo cual le da al asunto una cuota extra de ironía. Porque, ¿qué mejor lugar para estrenar una oficina legal que una escena del crimen en tiempo real? Jaldo, entre selfies y apretones de mano, no se dio cuenta hasta que ya era tarde. «Me falta el celular», habría dicho, sin saber que el aparato ya tenía nueva dueña.

Lo insólito —aunque no tanto— es que todo quedó registrado. La ladrona posó para la cámara junto al Gobernador, y en la imagen se la ve con una bufanda estratégicamente ubicada, mientras una mano sigilosa busca algo más que un recuerdo. A partir de esa foto, las autoridades lograron identificarla, allanaron su domicilio y recuperaron el teléfono. Fin del misterio.

Pero el incidente dejó algunas reflexiones inevitables: si a un gobernador con custodia le roban el celular en un acto oficial, ¿qué le queda al resto de los mortales? Quizás fue una advertencia simbólica del estado de inseguridad generalizada… o simplemente la confirmación de que en la Argentina actual, ni el poder se salva del punga.

La historia tuvo final feliz: el celular volvió a manos de su dueño y la mujer fue detenida. Pero el episodio ya forma parte del folclore nacional: esa galería de sucesos tragicómicos en los que la realidad supera cualquier libreto. Porque robarle al gobernador, y hacerlo mientras sonríe para una foto que lo delata, no es solo un hurto. Es, por lo menos, una obra maestra del oportunismo criollo.

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