El Papa califica de «sicarios» a los médicos que practican abortos
El Papa Francisco finalizó el domingo su controvertida visita a Bélgica, reiterando su posición tradicional sobre el aborto y demandando que los obispos católicos cesen el encubrimiento de sacerdotes acusados de abuso, un escándalo que ha socavado la credibilidad de la Iglesia a nivel global.
Durante una conferencia de prensa en el vuelo de regreso, Francisco abordó los temas más sensibles de su viaje, elogiando al fallecido rey Balduino de Bélgica, a quien describió como un «santo» por haber abdicado por un día en 1990 para evitar firmar la ley que legalizaba el aborto. «Se necesita un político con valor para hacer esto», afirmó, añadiendo que el proceso de beatificación de Balduino está avanzando.
Sus declaraciones generaron un aluvión de reacciones en redes sociales. Comentadores proabortistas criticaron al rey, tildándolo de «cobarde» y argumentando que la prohibición del aborto «nunca ha salvado vidas». En contraste, algunos defensores de su postura lo llamaron «guerrero».
El Papa también enfrentó críticas por haber rezado ante la tumba de Balduino y por calificar la ley del aborto de «homicida», en un contexto donde el aborto sigue siendo un tema político candente en Bélgica, con propuestas para extender el límite legal de 12 a 18 semanas. «Los médicos que realizan abortos son, permítanme la expresión, sicarios», declaró. «Esto no es debatible; están acabando con una vida humana».
