El defensor de la tercera edad aseguró que los jubilados «se están muriendo de hambre»
Semino explicó que este superávit se está logrando a expensas de los más vulnerables, especialmente aquellos que integran la clase pasiva.

El defensor de la tercera edad, Eugenio Semino, hizo hoy duras declaraciones sobre la situación de los jubilados en la Argentina, asegurando que “se están muriendo de hambre” debido a los efectos del superávit fiscal.
En una entrevista en Radio Splendid, Semino detalló que, por séptimo año consecutivo, los haberes jubilatorios han perdido poder adquisitivo bajo tres administraciones diferentes. “Por séptimo año consecutivo los haberes perdieron poder adquisitivo”, señaló el funcionario de la Defensoría, apuntando a que la situación se ha mantenido constante sin importar el cambio de gobierno.
El defensor destacó que, aunque está a favor de una modificación del sistema previsional, aclaró que cualquier reforma no debería implicar la continuación de este estado “regresivo” en materia de haberes jubilatorios. «Lo real es que se están muriendo de hambre los jubilados», sostuvo, resaltando la gravedad de la situación en la que viven los adultos mayores con los actuales niveles de sus pensiones.
Semino también remarcó que la situación se ve empeorada por la falta de acceso a medicamentos con los descuentos necesarios para los jubilados. “No se les están dando los medicamentos con los descuentos necesarios”, lamentó, y agregó que el ajuste fiscal se ha realizado tradicionalmente a través de la Seguridad Social, una práctica que, según él, ha ido profundizándose con los años.
El defensor de la tercera edad se mostró indignado por la falta de cambios y denunció que, a través de este ajuste, “el superávit fiscal se viene pagando con la vida de los jubilados”. Semino sostuvo que el actual modelo ya no solo afecta las cuentas públicas, sino que está costando vidas, dada la precariedad en la que se encuentran muchos jubilados.
Para Semino, el enojo social tiene su origen en la falta de reformas sustanciales que mejoren las condiciones de vida de los jubilados. “Se ha llegado a un punto donde ya no es un ajuste de las cuentas públicas, sino vidas que se pierden”, sentenció, subrayando la necesidad urgente de atender la crisis que afecta a la clase pasiva.