Turismo: Circuito Sur, un Tucumán por descubrir
Una travesía por el Sur de Tucumán invita a descubrir la historia de esta provincia con la producción, la riqueza de sus valles y selvas que preservan desde tramos de Qhapaq Ñan hasta sitios jesuíticos; naturaleza pura, termas, artesanías y dos emblemas de esta región: el Sulky en Simoca y las empanadas de Famaillá.

Los Pueblos del Circuito Sur tucumano quedan cerquita de la capital provincial y son los elegidos para pasear durante todo el año. Lules; Concepción; Simoca; Taco Ralo; Cochuna que exhibe la mayor cumbre de la provincia, con el Clavillo de Los Cerrillos (5.550 msnm); parte del Qhapaq Ñan, Patrimonio de la Humanidad. Aconquija; Monteros “La fortaleza del Folklore”; Alberdi; Alpachiri; La Cocha y Aguilares, son lugares que invitan a conectar con la naturaleza, la historia y la cultura de un Tucumán por descubrir.
La tendencia actual en el mundo es reconectarse con la naturaleza y Tucumán es un territorio privilegiado en sus ambientes naturales. En el Circuito Sur, se cumple esta premisa y es ideal para visitar durante todo el año, donde la Ruta Nacional 38; las provinciales 301 y 65 (Nacional, tramo solo hacia PN Aconquija) nos conducen a estos sitios plenos de encanto.
Pero hay una ruta, la RP 324 a la que todos llaman, la “Interpueblos” que nos lleva hacia un sinfín de localidades. Mientras que su portal de acceso es Famaillá (destino clave en el circuito), por ser La Capital Nacional de la Empanada. Allí, tendrá un abanico de experiencias en un solo lugar donde hay un Paseo Histórico con la réplica del cabildo de Buenos Aires; un Museo de Malvinas; un Parque Jurásico con más de 63 réplicas de dinosaurios; y el Museo virtual de la Empanada, y si es septiembre hay que estar atentos porque aquí se realiza el campeonato de la empanada que, de tan importante con Pandemia se desarrolló vía zoom.
Para la campeona de la empanada 2020, Ana Laura Cejas, preparar este manjar es parte de su vida. “Mi mamá preparaba empanadas para vender y siempre quiso participar del festival, pero mi papá no quería. Yo cocino y vendo empanadas desde los 12 años”. Hasta llegó a vender 45 docenas un domingo (540 empanadas hechas por ella). “Cuando pude, participé del campeonato. Al final, en el 2013 fui subcampeona y en el 2020, con Pandemia, se pudo hacer la competencia y resulté campeona. Mi mamá ya no está, pero se lo dediqué a ella”, dice la empanadera campeona que nació y se crió en Famaillá donde “todos me conocen. Vivo a tres cuadras del cabildo del Parque Temático y la gente pasa y me compra las empanadas”, cuenta que, además, es costumbre probar la empanada de carne con unas gotitas de limón, otro producto de esta tierra y que le ofrecen a la gente, un cítrico como condimento de las empanadas.

Además, fue en esta ciudad donde durante el Festival de la Empanada de 2008 también se registró la receta “oficial”: “Desde ese momento se fijó que la empanada tucumana se hace con carne de matambre cortada a cuchillo, cebolla de verdeo, cebolla blanca, huevo duro, comino y pimentón”, explica Cristina del Valle Rojas Lazarte Juárez, campeona en ese año y autora de esa receta, quien además abrió el ciclo del Instituto Nacional de Promoción Turística “Morfar” en las redes sociales como chef que brindó para el mundo el paso a paso de este manjar emblema de la gastronomía tucumana.