Paliza, nocaut y muletas para Conor Mcgregor en su regreso al octágono de la UFC-257

Quedó comprobado que un regreso puede ser el más esperado y sponsoreado de la historia de las artes marciales mixtas, pero el resultado sólo admite dos realidades, la gloria o la “lona”.

Conor McGregor sufrió el primero (y el peor) nocaut de su carrera en la UFC y suma 5 derrotas en la competencia y el encargado de darle la paliza fue Dustín Poirier, quien con una fulminante seguidilla de golpes, destruyó toda defensa del irlandés.

Esta fue la primera derrota de McGregor por la vía rápida, y seguramente fue más dolorosa que aquella sufrida ante Khabib Nurmagomedov en 2018, porque sólo soportó un castigo que no superó el segundo round, cuando el árbitro Herb Dean tuvo que detener el combate con la cuenta de protección declarando el nocaut técnico.

Cuando ya todo era triunfo para Poirier, cuando las luces ya se habían apagado en el octágono y era hora de volver a la vida cotindiana, “The Notorious” fue captado saliendo del Etihad Arena, de Abu Dabi, visiblemente muy golpeado y apoyando el peso de su cuerpo en una muleta de metal para poder caminar.

Poirier había prometido una batalla descomunal y el ex campeón pagó cara su inactividad, el parate por la pandemia y la revancha después de 7 años, cuando venció a “Diamond” en 2014. El irlandés había declarado días atrás que vencería al estadounidense en “menos de un minuto”.

Sin embargo, la victoria de Poirier, echa más dudas al futuro de McGregor y patea el tablero de la UFC que empieza de a poco a buscar nuevos ídolos.