Pequeño J detenido en Perú: “Yo no tuve nada que ver”
El operativo fue resultado de un trabajo coordinado entre la Policía Nacional del Perú y la dirección antidrogas local, que lo interceptaron en el distrito de Los Olivos cuando se disponía a encontrarse con su colaborador, Matías Agustín Ozorio.
Durante la noche del martes comenzaron a circular las primeras imágenes de la detención en Perú de Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como Pequeño J, principal sospechoso del triple crimen de Florencio Varela.
En los registros difundidos se observa a Valverde tranquilo, incluso sonriente, y pronunciando una frase con la que intentó desligarse de la acusación: “Yo no tuve nada que ver”. Según el periodista peruano José Sosa, quien obtuvo las imágenes de manera exclusiva para C5N, el traslado se realizó bajo estrictas medidas de seguridad, luego de que fuera sacado de un camión cargado de pescado en el que viajaba convencido de que había logrado eludir a las autoridades.
La captura de Pequeño J pone de relieve dos aspectos centrales: por un lado, la eficacia de la cooperación internacional en un caso de alto impacto criminal y mediático en la Argentina; por otro, las dificultades que supone el proceso de extradición, que dependerá de que la Justicia argentina complete la documentación necesaria en los plazos previstos. Según Sosa, Valverde permanecerá al menos ocho días más bajo custodia peruana mientras se formalizan los trámites judiciales.
El caso también expone la precariedad con la que se movía el prófugo. A pesar de la orden de captura internacional, no contaba con una logística sofisticada para ocultarse y se desplazaba en transportes comunes, confiado en no ser detectado. Este error, sumado a la detención previa de Ozorio, fue clave para que las fuerzas de seguridad lograran cerrar el cerco.
La detención de Pequeño J representa un paso decisivo en la investigación del triple femicidio de Florencio Varela. Sin embargo, el desenlace judicial dependerá de la velocidad con la que se concrete su traslado a la Argentina y de la capacidad de las autoridades locales para probar su responsabilidad en el crimen que conmocionó a la opinión pública.
