Milei y Macri reactivaron el diálogo tras el triunfo libertario: señales de acercamiento político
Detrás de los gestos de cortesía, se perfila una negociación de poder que buscará definir quién capitaliza el liderazgo del espacio liberal-conservador en la nueva etapa política argentina.

Luego de un año de frialdad y mensajes cruzados, el presidente Javier Milei y el expresidente Mauricio Macri retomaron el contacto con una conversación telefónica que duró alrededor de diez minutos, tras el triunfo de La Libertad Avanza (LLA) en las elecciones legislativas nacionales.
El diálogo, que tuvo lugar al mediodía del lunes posterior a los comicios, marca un nuevo capítulo en una relación que, pese a las diferencias, conserva un trasfondo estratégico: la coincidencia en la necesidad de consolidar un bloque político de orientación liberal y promercado.
Según confirmaron fuentes oficiales, el contacto fue cordial. Macri felicitó al mandatario por los resultados y expresó su deseo de que el Gobierno aproveche “esta oportunidad única para producir las transformaciones pendientes y dejar atrás el pasado para siempre”. Milei respondió con un escueto pero significativo “Muchas gracias, presi”, replicando el mensaje desde su cuenta en X y confirmando que el canal de diálogo sigue abierto.
Durante su discurso en el búnker libertario, el Presidente también evocó la reunión de noviembre de 2023 en Acassuso —cuando ambos sellaron el acuerdo político que allanó el camino al triunfo en el balotaje—, resaltando el rol de Macri en la derrota del kirchnerismo: “Estamos a poquito más de dos años de aquella reunión convocada por el presidente Macri, donde decidimos aunar fuerzas para derrotar al populismo”, recordó.
La comunicación llega en un contexto político favorable para Milei, fortalecido por el respaldo electoral y decidido a impulsar un programa de reformas estructurales. Desde la Casa Rosada, algunos funcionarios, como el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ven con buenos ojos un eventual reencuentro político con sectores del PRO, interpretando que la gobernabilidad y la agenda legislativa podrían beneficiarse de una mayor coordinación entre ambas fuerzas.
En el entorno macrista, en cambio, prevalece la cautela. Si bien Macri mantiene una postura de colaboración crítica, evita compromisos explícitos. “Milei tiene mi teléfono, si me necesita me va a llamar”, resumió días atrás, reflejando un pragmatismo compartido pero sin comprometer una alianza formal.
El diálogo entre ambos líderes no solo tiene valor simbólico: también reconfigura el tablero político. Con un oficialismo fortalecido y una oposición fragmentada, la eventual recomposición de la relación Milei-Macri podría derivar en una convergencia táctica que altere las dinámicas del Congreso y condicione el futuro del PRO.
