Milei tras la renuncia de Espert: “Lo único que importa es el proceso de cambio profundo”
Con un mensaje en redes sociales, el mandatario buscó encapsular el escándalo y convertirlo en un episodio personal sin impacto estructural sobre La Libertad Avanza. Sin embargo, el modo en que eligió hacerlo abre más preguntas que certezas.

La renuncia de José Luis Espert a su candidatura a diputado nacional, en medio de denuncias por presuntos vínculos con el empresario narco Fred Machado, obligó al presidente Javier Milei a salir rápidamente a marcar posición.
“Lo único que importa es el proceso de cambio profundo”, escribió Milei, insistiendo en que “La Argentina siempre está por encima de las personas”. Con estas palabras, el jefe de Estado apuntó a transmitir que el proyecto libertario no depende de figuras individuales, sino de una causa colectiva. No obstante, el tono defensivo de su mensaje evidencia la magnitud de la crisis: en un gobierno que construyó su identidad sobre la promesa de romper con los vicios de la política tradicional, el escándalo de un legislador ligado al narcotráfico golpea en el corazón del relato oficialista.
La estrategia presidencial, al relativizar el caso bajo el paraguas de una “operación maliciosa”, corre el riesgo de consolidar un doble estándar. Mientras Milei denuncia a diario la corrupción y los pactos de impunidad de sus adversarios, frente a un escándalo propio decide refugiarse en la consigna de que “el cambio está por encima de todo”. Ese contraste deja en evidencia una dificultad: sostener la pureza ética que el libertarismo prometió cuando llegó al poder.
La renuncia de Espert no disipa el problema, sino que apenas lo posterga. La Justicia deberá esclarecer si existieron o no vínculos con Machado, y mientras tanto la política se mueve en un terreno enrarecido. El oficialismo apuesta a que la velocidad de la campaña diluya el impacto, pero el narcotráfico, por su peso estructural en la economía y en las instituciones, no es un tema que pueda despacharse con un tuit presidencial.
En su cierre, Milei intentó retomar el eje discursivo de siempre: “Aunque nos quieran ensuciar, no somos lo mismo”. La frase condensa la disputa por el sentido de este episodio. Si logra instalar que se trata solo de una maniobra contra el cambio, el golpe quedará contenido. Pero si avanza la percepción de que La Libertad Avanza no es ajena a los viejos vínculos turbios que critica, el costo político podría ser mucho más profundo.