27 de septiembre de 2025

Milei apuesta al campo: retenciones cero para carnes y granos en busca de dólares y votos

La medida, oficializada por el vocero presidencial Manuel Adorni a través de la red social X, se enmarca en un momento de fuerte tensión cambiaria y a semanas de las elecciones legislativas, lo que le otorga un doble carácter: económico y electoral.

El Gobierno anunció la eliminación total de las retenciones a las exportaciones de carnes bovinas y avícolas hasta el 31 de octubre, ampliando así el paquete de estímulos que ya alcanzaba a los granos.

Según Adorni, la decisión busca “garantizar mayor oferta de dólares durante un período sensible”, alentando a frigoríficos y productores a acelerar la liquidación de embarques.

En otras palabras, la Casa Rosada apuesta a que el campo actúe como salvavidas financiero frente a la corrida cambiaria y como aliado político en una coyuntura donde la confianza del electorado es tan volátil como el mercado de divisas.

El sector agroexportador recibió la medida con moderado optimismo: si bien valoran la eliminación de la carga impositiva, persiste la cautela frente a la incertidumbre cambiaria y a las expectativas de mejores precios internacionales. En otras palabras, la medida es vista más como un alivio coyuntural que como una solución estructural.

El Gobierno había avanzado previamente con el Decreto 526/2025, que reducía parcialmente los derechos de exportación para granos y carnes, aunque sin llegar a la alícuota cero. El nuevo anuncio redobla la apuesta y busca un impacto inmediato en la generación de divisas, reforzando reservas y transmitiendo un mensaje político directo a un sector históricamente reacio a las políticas oficiales.

La decisión expone la estrategia de Milei: combinar medidas de shock económico con señales de cercanía hacia el campo, un actor clave tanto en la balanza comercial como en la construcción de poder político. Sin embargo, el interrogante es si la eliminación de retenciones será suficiente para acelerar la liquidación en el corto plazo o si solo representará un gesto de campaña que se desactive tras los comicios.

En definitiva, el Gobierno juega una carta arriesgada: convertir a los exportadores en protagonistas de la estabilidad cambiaria y a la vez en garantes de un relato político que busca mostrar a Milei como el presidente que liberó al campo de las ataduras fiscales. Lo que aún no está claro es si esta estrategia alcanzará para frenar la corrida y traducirse en respaldo electoral o si solo abrirá un nuevo frente de tensiones después de octubre.

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