Los presidentes argentinos que más endeudaron al país con el FMI
El FMI fue un jugador clave en la economía argentina desde su ingreso en 1956. Con cada presidente que recurre a sus fondos, se repite la historia de una economía que busca soluciones a corto plazo sin abordar las raíces estructurales de sus problemas.

Si bien el acuerdo de Milei puede ofrecer alivio financiero inmediato, es crucial que se acompañe de políticas que apunten a fortalecer la economía argentina de manera sostenible y autónoma. De lo contrario, el futuro puede verse marcado por más de lo mismo: crisis, ajuste y un ciclo interminable de deuda.
La historia económica de Argentina estuvo marcada por ciclos de auge y caída, y uno de los factores recurrentes en esta narrativa fue la relación del país con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
A medida que el gobierno de Javier Milei se prepara para recibir un nuevo préstamo por u$s20 mil millones, es oportuno analizar el podio de los presidentes que más recurrieron a este organismo internacional y las implicaciones que esto tuvo para la economía argentina.
El Podio de la Deuda
Mauricio Macri (u$s57 mil millones): La administración de Macri es la que más fondos ha solicitado al FMI. El acuerdo, que alcanzó los u$s57 mil millones, se enmarca en un contexto de crisis económica y un intento de estabilizar el mercado cambiario y contener la inflación. Sin embargo, este enfoque generó un fuerte debate sobre la sostenibilidad de la deuda y la dependencia del país de financiamiento externo.
Fernando de la Rúa (u$s22 mil millones): En un periodo marcado por la crisis de 2001, la administración de De la Rúa buscó un «blindaje» financiero que resultó en un préstamo de u$s22 mil millones. La implementación de políticas de austeridad y las medidas de ajuste, en un contexto de creciente descontento social, llevaron eventualmente a la caída de su gobierno y a una de las peores crisis económicas de la historia argentina.
Javier Milei (sujeto a aprobación del directorio, u$s20 mil millones): El reciente anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre un acuerdo con el FMI por u$s20 mil millones posiciona a Milei en la cima de este ranking, aunque su acuerdo aún está sujeto a la aprobación del directorio del organismo. Este hecho refleja la continuidad de un patrón: la búsqueda de financiamiento internacional como solución a problemas estructurales de la economía argentina.
Eduardo Duhalde (u$s12.500 millones): Tras la crisis del 2001, Duhalde tuvo que lidiar con un país en ruinas. Su gestión incluyó un préstamo del FMI para ayudar a refinanciar la deuda y estabilizar la economía en un momento de extrema fragilidad.
Carlos Menem (u$s9.200 millones): Durante su gobierno, Menem firmó múltiples acuerdos con el FMI en un intento por implementar políticas de liberalización económica. Aunque logró ciertos avances, su administración también dejó un legado de desindustrialización y aumento de la pobreza.
Raúl Alfonsín (u$s4 mil millones): En un contexto de transición democrática, Alfonsín firmó varios acuerdos con el FMI, aunque sus planes se vieron frustrados por la hiperinflación y la falta de estabilidad económica.
Dictaduras (u$s2.500 millones): Los gobiernos de facto de Videla y Bignone también recurrieron a préstamos del FMI, en un contexto donde la falta de transparencia y la represión política dificultaron el análisis de las consecuencias de estas decisiones.
Lecciones del pasado
La historia muestra que la recurrencia al FMI no ha sido una solución mágica para los problemas económicos de Argentina. Cada uno de estos presidentes enfrentó la necesidad de financiamiento en momentos de crisis, pero las políticas impuestas por el organismo a menudo generaron tensiones sociales y económicas que se traducen en ciclos de ajuste y recesión.
El reciente acuerdo del gobierno de Milei refuerza la idea de que, a pesar de las promesas de independencia económica y soberanía, la Argentina sigue atrapada en un ciclo de dependencia del crédito internacional.
La pregunta que se plantea es si esta vez el país podrá romper con el patrón de endeudamiento que históricamente terminaron en crisis económicas, o si, por el contrario, se sumará a la lista de administraciones que han buscado refugio en el FMI sin poder lograr una verdadera estabilidad.