La Finalissima entre Argentina y España, en duda por las Eliminatorias europeas y la sede aún sin definir
La esperada Finalissima entre Argentina y España, que enfrentaría a los campeones vigentes de la Copa América y la Eurocopa, está en riesgo de no disputarse en la fecha originalmente prevista.

Aunque la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) firmaron un acuerdo formal para organizar el encuentro, aún persisten varios obstáculos que amenazan su realización.
El partido está planeado para celebrarse entre el 17 y el 25 de marzo de 2026, poco antes del inicio del Mundial que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá. Sin embargo, el compromiso todavía no tiene sede confirmada y está condicionado por la situación deportiva del seleccionado español.
Un escenario incierto: España podría no estar disponible
El principal problema para que el evento se concrete, es la posibilidad de que España, dirigida por Luis de la Fuente, deba disputar el repechaje europeo para clasificar al Mundial. La Roja integra el Grupo I de las Eliminatorias junto a Turquía, Georgia y Bulgaria, y si finaliza en el segundo lugar, deberá jugar una instancia definitoria en las mismas fechas en que está pautada la Finalissima. En ese escenario, el duelo intercontinental sería imposible de sostener en el calendario.
Tanto AFA como RFEF ya evalúan otras opciones, entre ellas posponer el partido a fechas más cercanas al inicio de la Copa del Mundo, aunque esa alternativa es considerada desfavorable por ambas partes, dado el escaso margen entre ese posible encuentro y el comienzo del torneo oficial.
Sede indefinida: tensiones geopolíticas y ofertas millonarias
Otro punto aún no resuelto es el lugar donde se jugaría el partido. Inicialmente, se pensó en una sede dentro de Estados Unidos, a modo de antesala del Mundial y con fuerte atractivo para el público local. No obstante, en las últimas semanas surgieron ofertas concretas desde Asia: Qatar y Arabia Saudita presentaron propuestas con incentivos económicos y logísticos significativos, lo que los convirtió en candidatos firmes.
La disputa por la sede no es solo un asunto organizativo, sino también geopolítico y comercial. La puja entre Estados Unidos y Medio Oriente por albergar eventos de alta visibilidad global refleja una nueva dinámica en la industria del fútbol, donde el financiamiento y los intereses estratégicos pesan tanto como lo deportivo.
Un proyecto gestado en la FIFA
La idea de reeditar la Finalissima surgió durante el 75° Congreso de la FIFA, celebrado en Asunción en mayo de 2025. Allí, Claudio Tapia (AFA) y Rafael Louzán (RFEF) avanzaron en conversaciones que se consolidaron recientemente, con el objetivo de repetir el formato implementado en 2022, cuando Argentina venció a Italia por 3-0 en el estadio de Wembley.
El nuevo duelo representaría un espectáculo global y una excelente vitrina para ambos seleccionados, a poco de iniciar la Copa del Mundo. Para Argentina, además, sería la posibilidad de defender el título conseguido en Londres y afianzar su posición de potencia mundial en un ciclo todavía liderado por Lionel Scaloni.
Un evento deseado pero no asegurado
Aunque la voluntad política y deportiva de ambas federaciones existe, y los incentivos económicos son altos, la Finalissima entre Argentina y España está lejos de ser una certeza. El resultado de las Eliminatorias europeas, la definición de la sede y la proximidad con el Mundial son factores que, por ahora, mantienen al evento en suspenso.
La soñada revancha de América vs. Europa, con Messi probablemente en su último ciclo mundialista, pende de un calendario apretado y decisiones que exceden lo estrictamente deportivo. La pelota, por ahora, sigue sin rodar.
