20 de noviembre de 2025

La cirugía plástica como parte de la recuperación posparto

La decisión de someterse a procedimientos quirúrgicos tras la maternidad exige una espera prudencial de varios meses, así como una evaluación emocional que asegure la preparación total de la paciente.

Por Juan Manuel Seren*

El ciclo de la maternidad implica una profunda transformación biológica en el cuerpo de la mujer, siendo la recuperación del contorno corporal y, particularmente, de la mama, un motivo de consulta frecuente en la cirugía estética.

A nivel global, procedimientos como la liposucción y la abdominoplastia se encuentran entre las cirugías estéticas más populares para mujeres. En Argentina, la cirugía de aumento mamario es un procedimiento quirúrgico común, representando el 13,7% del total de cirugías estéticas del país, seguida por el aumento de labios con un 8,3% y por la liposucción con un 7,8%, según datos de la International Society of Aesthetic Plastic Surgery (ISAPS). Ante el deseo de revertir los cambios posparto, la recomendación profesional subraya una premisa fundamental: la cirugía debe esperar un tiempo prudencial.

El momento ideal y la evaluación psicológica

La planificación de una intervención mamaria posparto, como la el aumento mamario y/o mastopexia (levantamiento mamario) o la revisión mamaria, requieren una planificación meticulosa que respete los tiempos biológicos y emocionales de la paciente.

El primer requisito es la finalización completa del ciclo de lactancia. Una vez que la producción de leche es detenida, se establece un periodo de espera de entre seis y ocho meses. Este tiempo de prudencia es necesario para que los tejidos mamarios se desinflamen y se asienten por completo, garantizando resultados seguros y predecibles.

Dado que la cirugía mamaria más frecuente post maternidad es la mastopexia de aumento, ello implica la aceptación de cicatrices permanentes (en T, ancla, mini T o L), por lo que la evaluación de la paciente tras el puerperio es clave:

El proceso de mastopexia de aumento requiere en muchos casos una evaluación psicológica obligatoria para asegurar que la paciente está preparada para el cambio físico permanente como así también la aceptación de una cicatriz mamaria de por vida. Se debe tener en cuenta que la cicatrización es un proceso que está determinado por la genética individual; el cuerpo, como se dice, “cicatriza como puede, no como uno quiere”. Y es muy importante los cuidados posoperatorios de esa cicatriz: utilizar cremas, parches de silicona, y en otros casos realizar un tratamiento con láser para obtener un mejor resultado.

Avances para el soporte mamario y la seguridad

No obstante, la cirugía plástica evoluciona constantemente para ofrecer soluciones que maximicen la seguridad, la naturalidad y la durabilidad de los resultados. Una innovación clave es la utilización de mallas reabsorbibles y biocompatibles (como el GalaFLEX) para crear un soporte interno o «corpiño interno» (internal bra) en el polo inferior de la mama. Este soporte mejora el resultado del levantamiento sin aumentar la morbilidad quirúrgica, lo que se traduce en una reducción del riesgo de complicaciones.

Adicionalmente, el campo se dirige hacia técnicas mini invasivas, ambulatorias, y la implementación de productos biocompatibles con el organismo, lo que asegura que la recuperación posparto mediante la cirugía plástica se realice bajo los mayores estándares de seguridad y con la perspectiva de resultados a largo plazo.

De hecho, y será tema para otra columna, el futuro de la cirugía mamaria estará marcado por una evolución constante hacia procedimientos menos invasivos, más seguros y con recuperaciones cada vez más rápidas. La tendencia es clara: minimizar el trauma quirúrgico, personalizar los tratamientos según las características individuales de cada paciente y seguir investigando para ofrecer resultados más naturales y duraderos. Nuestro compromiso con la investigación científica nos permite seguir avanzando en esta dirección, priorizando siempre la seguridad y el bienestar de las pacientes.

La cirugía plástica se presenta como una herramienta eficaz para el reencuentro de la mujer con su cuerpo después de la maternidad, siempre que se aborde con el debido respeto por los tiempos biológicos y la madurez emocional requerida.

Juan Manuel Seren (MN 107.174): Pionero en la implementación de protocolos de rápida recuperación mamaria y creador del innovador protocolo ERABAS de cirugía mamaria que permite una recuperación rápida y con mínimo disconfort. Con más de 20 años de experiencia, transformó la forma en que se llevan a cabo los procedimientos de aumento, reducción, levantamiento, reconstrucción y cirugía de género.

El protocolo ERABAS se caracteriza por una mínima incisión, sin vendajes ni drenajes, lo que asegura una recuperación extremadamente rápida, con más del 95% de los pacientes recuperados en menos de 48 horas.

El especialista se graduó con honores en la Fundación Barceló – Universidad de Ciencias Médicas de Buenos Aires y realizó su residencia en cirugía general en el Hospital Churruca-Visca. Posteriormente, se especializó en cirugía plástica, estética y reparadora en la Pontificia Universidad Católica Argentina, Santa María de Buenos Aires, donde egresó con un promedio de 10.

*Cirujano plástico experto en cirugía mamaria de rápida recuperación (MN 107.174)

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