3 de octubre de 2025

El deber parental de enseñar a los niños a serlo y los peligros de la política de género

Celebrar el Día del Niño, debería despertar esos sentidos maternos y paternos que ayuden a divulgar esa expresión firme que les comunique quiénes son realmente, que mientras estén bajo el cuidado de sus padres, su esencia no cambiará y que mientras sean niños serán tratados como tales. Ese es el pensamiento del profesor Andrés Martínez quien advierte sobre los peligros que circundan un día tan especial que bien puede ser terreno de disputa ideológica.

Por el profesor Andrés Martínez

Desde 1960, agosto es el mes de los niños. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) sugirió que se evocara el Día del Niño en Agosto y en todos los países lo celebran en una fecha conveniente. Desde sus inicios el primer domingo del mes de agosto era el indicado, pero a pedido de la Cámara del Juguete en 2003, la fecha se trasladó al tercer domingo.  

Con el correr del tiempo, y ante el avance de las “políticas de género” en Argentina, el Programa de Atención de Niñez, Adolescencia y Familia propuso el cambio de nombre de la celebración y, en vez, de llamarse Día del Niño pasó a denominarse Día de las Infancias, con el argumento de propiciar mayor “inclusión y respeto a la diversidad de género en la niñez”. Esta tendencia se consolidó en plena pandemia nacional, año 2020, en el que se postuló la idea de desterrar del vocabulario nacional la palabra Niño y pluralizar el lenguaje identitario celebrando los nuevos términos como; chica, chico, chique, guri, changuito, etc. El enfoque que se pretende culturalizar es, dice Gabriela Lerner (titular de la entidad mencionada), “el respeto a los diversos modos de vivir y percibir la infancia”.

Las modificaciones en las formas de ver y apreciar a un niño/a, representan un cambio de paradigma que enmaraña la educación y respeto hacia la integridad moral de un púber. Estos paradigmas generan mayor confusión emocional en los infantes. Desde luego que, ante estos nuevos conceptos culturales, los esfuerzos por encausar una educación basada en el respeto y valoración por la identidad sexual de los pequeños, trasciende los modismos y ubica a los padres en el eje central de ser los primeros agentes de educación en sexualidad con mayor ímpetu y sentido de responsabilidad.

Las políticas de género que Argentina adoptó, han sumido a la familia y sus miembros en el umbral de la deformación y desintegración biológica de sus integrantes. Debemos recordar que, la última frontera de la perversa ideología de género son los niños; su esencia e inocencia, hacia eso van. ¡cuidado!

Por lo tanto, y lo expreso de forma enfática y con la urgencia que los tiempos peligrosos lo demandan, los padres deben ser precavidos de aquellas tendencias que se vuelcan como amenaza hacia la integridad biológica y psicológica de los hijos.

Los orígenes de la celebración por el Día del Niño fomentaron sanas festividades, pero los nuevos modelos ideológicos están deformando esa naturaleza e inocencia que por décadas nos desveló esperando aquel ansiado regalo y sorpresa. Hoy ya no solo es un juguete u obsequio material lo que nos llama a celebrar el Día del Niño, sino que debemos despertar los sentidos maternos y paternos y junto a ese juguete debe haber una expresión firme que le diga a ese niño/a quién es realmente, que mientras estén bajo su cuidado su esencia no cambiará y que mientras sean niños serán tratados como niños.

Dice un proverbio: “hijo mío, no consientas cuando los malvados intenten seducirte”. Como padres y educadores debemos fomentar en los niños el sentido de advertencia y cuidado. Ellos deben saberse como niños y valerse de su inocencia propia de su edad. No deben ser expuestos a modismos que obnubilen sus mentes y modifique su naturaleza biológica. Ellos, a fin de cuentas, deben aprender a no consentir con aquellos que intenten dañar su integridad, que quieran posponer su inocencia y que deseen destruir su esencia.

Eduquemos para cuidar, accionemos para amar y pongámonos en la brecha para restaurar. Feliz de del Niño a todos los infantes de nuestro país. 

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