16 de julio de 2025

Cornejo le entregó cinco pozos acuíferos a Eduardo Elsztain quien controlará casi toda el agua de Mendoza

En un episodio que vuelve a poner bajo la lupa la gestión de los recursos estratégicos de Mendoza, el gobernador Alfredo Cornejo habilitó la entrega de permisos de perforación para nueve pozos acuíferos en zonas declaradas restringidas, beneficiando principalmente al empresario Eduardo Elsztain —propietario de CRESUD S.A. y conocido aliado de Javier Milei— quien recibió autorización para explotar cinco de ellos.

La decisión, formalizada en febrero de 2025, afecta directamente a la Subcuenca El Carrizal, margen derecha del río Mendoza, un acuífero ya severamente comprometido por los pasivos ambientales generados por la histórica actividad de la refinería de YPF en Luján de Cuyo, consignó Crónica Política. En agosto de 2024, esa misma zona había sido declarada en situación de restricción hídrica para evitar su colapso.

Sin embargo, el gobierno mendocino habilitó la explotación en favor de grandes grupos empresarios con alto nivel de influencia política.

Además de CRESUD, fueron beneficiadas otras firmas ligadas al poder: Chimpay La Rioja S.A. (con dos pozos para el megaproyecto Santa María de Los Andes), Grappolo S.A. (un pozo para uso recreativo e industrial) y Pedro García Mateo (con un pozo para 18 hectáreas).

El caso más evidente es el de Elsztain, empresario que se ha transformado en un actor clave del círculo mileísta, recordado por alojar al actual presidente en el Hotel Libertador durante su campaña. Hoy controla casi toda la superficie productiva hídrica de Mendoza mediante CRESUD, y con estos nuevos pozos suma poder sobre un recurso vital que la provincia lleva años en crisis para gestionar.

Desde organizaciones ambientalistas y vecinales, la denuncia es clara: se trata de un nuevo avance del capital concentrado sobre bienes comunes, disfrazado de desarrollo productivo. La habilitación de pozos en zonas restringidas amenaza la sostenibilidad ambiental de la cuenca, y evidencia cómo la política sigue priorizando los intereses de los grandes empresarios amigos del poder por encima de la seguridad hídrica de miles de mendocinos.

El trasfondo es aún más grave cuando se recuerda que Mendoza atraviesa una crisis histórica de disponibilidad de agua, potenciada por la crisis climática, la sobreexplotación agrícola y la falta de planificación seria para usos industriales y urbanos. Aun así, la administración de Cornejo vuelve a ceder ante el lobby de los grupos concentrados, legalizando permisos para regar viñedos de lujo o alimentar proyectos inmobiliarios, mientras buena parte de la población debe enfrentar restricciones de agua potable y graves problemas de calidad.

La entrega de pozos a Elsztain y otros empresarios no solo es una señal de la continuidad de un modelo de privatización de recursos estratégicos, sino también una muestra de desprecio por las advertencias técnicas y ambientales que desde hace años alertan sobre la vulnerabilidad de los acuíferos mendocinos. En otras palabras, la sed de negocios volvió a pesar más que la sed de la gente.

Detalle de los permisos de perforación en las zonas con restricción denunciados es:

1️⃣ Cresud SAFICyA (de Eduardo Elsztain), con 5 pozos para regar las principales zonas.

2️⃣ Chimpay La Rioja S.A., (de Young Woo), con 2 pozos para 150 hectáreas en el emprendimiento Santa María de Los Andes.

3️⃣ Grappolo S.A., de Walter Bressia (presidente de Bodegas de Argentina), con 1 pozo para uso industrial y recreativo.

4️⃣ Pedro García Mateo, con 1 pozo para 18 hectáreas.

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