30 de septiembre de 2025

Vuelve el círculo de restricciones: nuevo «cepo cruzado» del BCRA profundiza la fragmentación cambiaria

La Comunicación «A» 8336 establece una declaración jurada de 90 días corridos que impide a personas y empresas acceder a un mercado si se utilizó el otro.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha reinstaurado un nuevo mecanismo de restricción cambiaria, conocido como «cepo cruzado», que impacta directamente en la operatoria de dólares financieros (MEP y CCL) y el dólar oficial.

La medida, implementada el pasado viernes, es una respuesta directa para desarticular la maniobra conocida como «rulo» o «puré», donde los operadores compraban el dólar oficial (más barato) y lo vendían inmediatamente a través del MEP, generando una ganancia instantánea y drenando las reservas del BCRA.

El costo de un mercado cambiario sin confianza

El retorno a las restricciones cruzadas revela la falta de confianza subyacente en la política cambiaria actual y subraya la insostenibilidad del tipo de cambio oficial frente a las cotizaciones paralelas. En lugar de abordar la causa estructural de la brecha —la falta de reservas y el exceso de pesos—, el Gobierno opta por la ingeniería regulatoria para parchear las fugas del sistema:

Fragmentación y Distorsión: Este nuevo cepo no simplifica, sino que profundiza la fragmentación del mercado cambiario. Al obligar a los ahorristas e inversores a elegir entre un mercado (formal/oficial) y el otro (bursátil/financiero) por un periodo de tres meses, el BCRA complica el arbitraje. Como señalan los especialistas, este arbitraje era fundamental para «suavizar las distorsiones» entre las cotizaciones, actuando como un vaso comunicante de liquidez.

Volatilidad potencial

La eliminación de ese canal de arbitraje puede tener un efecto contraproducente. Al reducir la liquidez y las oportunidades de ganancia, el mercado bursátil se vuelve menos eficiente y más propenso a movimientos bruscos en las cotizaciones, ya que la oferta y la demanda de dólares financieros operan en compartimentos estancos.

Presión trasladada

La normativa solo regula el sistema formal (bancos y ALyCs). Si bien no afecta directamente al dólar blue, la mayor demanda de aquellos que quedan excluidos del MEP o CCL podría trasladarse al mercado paralelo, aumentando su cotización. Además, la ausencia del «rulo» como válvula de escape podría intensificar la presión sobre el dólar oficial, especialmente en períodos de alta demanda.

Es una medida defensiva de corto plazo que busca frenar la hemorragia de reservas generada por el arbitraje. No obstante, al sacrificar la liquidez y profundizar las restricciones, el Gobierno perpetúa un mercado cambiario disfuncional donde el valor del dólar está determinado más por la regulación y las declaraciones juradas que por la oferta y la demanda real. El verdadero desafío, el de unificar el mercado con un solo tipo de cambio sin recurrir a cepos, sigue pendiente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *