Vaca Muerta: Petreven adeuda cinco meses de salario a 220 familias y deja a trabajadores sin obra social
El conflicto expone la vulnerabilidad de la mano de obra en el hub energético frente a decisiones empresariales transnacionales que optan por el silencio y el abandono.

El sector de servicios petroleros en Vaca Muerta se enfrenta a una grave crisis de carácter humanitario y laboral. La empresa de perforación Petreven S.A., propiedad del grupo indio Mail, adeuda cinco meses de salarios (desde julio) a unos 220 trabajadores, dejándolos en una situación de extrema precariedad y al borde de perder su cobertura de obra social.
Petreven, una compañía con más de 20 años en la región, paralizó sus actividades en la cuenca neuquina desde marzo. Lo más crítico, según relató Rafael, delegado de los trabajadores, es que la empresa no ha ofrecido ninguna explicación formal, acuerdo de desvinculación ni indemnización, dejando a 220 familias en el limbo.
La situación escaló a un punto crítico cuando se conoció que las cuentas de la compañía fueron inhabilitadas, complicando aún más la posibilidad de un pago inmediato. Este abandono no solo es financiero, sino también de interlocución: los referentes sindicales y gremiales se encuentran con figuras locales sin capacidad de decisión, mientras la conducción multinacional del grupo indio mantiene un mutismo absoluto.
El costo social y la intervención provincial
El impacto más urgente es la inminente pérdida de la cobertura médica. La obra social es vital para las familias, especialmente aquellas con niños o adultos mayores a cargo, convirtiendo la falta de pago en una crisis de salud pública. Como lamentó el delegado, la situación de parate en la industria impide a los trabajadores buscar otros rumbos laborales, quedando totalmente desamparados.
Ante la inacción empresarial, los trabajadores y los gremios (tanto de base como jerárquicos) han tenido que recurrir al Gobierno de Neuquén. La provincia, a través de la Subsecretaría de Trabajo, ha intervenido para intentar habilitar una cuenta que permita realizar pagos, aunque se prevé que estos sean parciales. Si bien la gestión provincial es crucial para ofrecer un mínimo alivio, la celeridad es vital dada la situación de subsistencia de las familias.
Un riesgo sistémico para el sector
Este caso subraya un riesgo sistémico en el modelo de boom petrolero basado en Vaca Muerta: la dependencia de los trabajadores de servicios de la estabilidad y solvencia de empresas que, al enfrentar inactividad o reestructuraciones, priorizan el cese de operaciones sin asumir la responsabilidad social y legal con sus empleados.
Los 220 trabajadores exigen el pago inmediato de los salarios adeudados, la regularización de la obra social y claridad sobre el futuro de Petreven. El conflicto no solo es un llamado de atención sobre la necesidad de mayor protección laboral en un sector clave, sino también una crítica directa a la falta de compromiso de algunas operadoras transnacionales con el tejido social de la región.
