Vaca Muerta: Más producción de petróleo, pero sin expansión en el empleo
En un contexto donde las expectativas sobre Vaca Muerta siguen siendo altas debido a los récords de producción petrolera previstos para los próximos meses, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, lanzó una advertencia que sorprendió a muchos: en la región no se generarán más empleos a corto plazo.

Durante un acto en el Banco Provincia de Neuquén, en el que se anunciaron líneas de crédito para viviendas, Figueroa se refirió a la realidad laboral de uno de los yacimientos más importantes del país, aclarando que la expansión de la producción de petróleo no se traducirá en un aumento significativo de la fuerza laboral.
La frase del gobernador fue un golpe para aquellos que esperaban que el crecimiento en la producción de Vaca Muerta, un fenómeno que ha colocado a Argentina entre los principales actores del mercado de hidrocarburos, se reflejara también en un boom de empleo en la región. En un sector donde la maquinaria pesada, la automatización y la eficiencia han tomado cada vez más protagonismo, Figueroa explicó que «no es así» que un aumento en la producción lleve a un incremento proporcional del empleo, recordando que esta es una industria con una lógica propia.
Este mensaje, sin embargo, estuvo dirigido principalmente a los gremios de la provincia, como la UOCRA y el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, que han venido cuestionando a las empresas operadoras, en particular a Techint, por la falta de planes de inversión a largo plazo y la no creación de nuevos puestos de trabajo. Los sindicatos, que han sido muy activos en sus demandas, se han mostrado inquietos ante lo que consideran una falta de compromiso por parte de las operadoras con la generación de empleo local, especialmente en un contexto donde la producción sigue creciendo.
El gobernador intentó calmar esos reclamos, destacando que las empresas siguen comprometidas con los planes de inversión, a pesar de las dificultades que genera el escenario económico internacional, especialmente la caída de los precios internacionales del petróleo. En su intervención, Figueroa subrayó que el precio del barril de petróleo ha caído en 15 dólares en los últimos seis meses, lo que ha afectado los ingresos por regalías y, en consecuencia, los recursos que recibe la provincia.
En lugar de centrarse en una expansión del empleo, Figueroa propuso un enfoque más pragmático: formar a 6.000 neuquinos en oficios y profesiones vinculadas a la industria petrolera y gasífera. A pesar de la cautela, el mandatario destacó que el objetivo es generar mano de obra calificada para un sector que, si bien no genera una gran cantidad de nuevos puestos de trabajo, sí requiere de personal especializado para mantener la eficiencia y sostenibilidad de la producción.
El anuncio de Figueroa también apuntó a un impulso en otros sectores clave para la economía provincial. A través de las líneas de crédito del Banco Provincia de Neuquén, que también incluyen tasas accesibles para emprendedores locales, el gobernador trató de reactivar la economía regional, no solo vinculada al petróleo, sino también a la construcción y a otros sectores productivos. Además, con un contexto económico que se caracteriza por una disminución de la demanda interna y el encarecimiento de los precios para los turistas extranjeros, Figueroa consideró importante ofrecer descuentos específicos a los neuquinos para fomentar el turismo local.
Si bien la producción de Vaca Muerta sigue siendo un pilar fundamental para la economía de la provincia y del país, la declaración de Figueroa deja claro que las expectativas sobre un “boom” de empleo relacionado con el yacimiento deben ser revisadas. El gobernador, al priorizar la eficiencia y la especialización, parece reconocer la complejidad de una industria que, a pesar de generar grandes ingresos, no necesariamente ofrece una solución a los problemas de empleo a gran escala en la región.
Este enfoque, aunque pragmático, pone de relieve una contradicción dentro del discurso oficial: por un lado, la riqueza generada por Vaca Muerta y su rol como motor económico; por otro, la realidad de que la transformación tecnológica y los modelos de negocios actuales han reducido las oportunidades laborales directas. En un momento donde la presión social por la generación de empleo es cada vez mayor, el desafío de encontrar un equilibrio entre la eficiencia industrial y el bienestar laboral de la comunidad neuquina parece más complejo que nunca.