Una de las asesinas de Lucio, a días de saber su suerte, pidió una terapia masculinizante
Abigail Páez, una de las asesinas de Lucio Dupuy, solicitó ante las autoridades del Servicio Penitenciario de San Luis, someterse a una terapia hormonal masculinizante. Páez es culpable del atroz crimen del niño de 5 años, veredicto que se conoció esta semana y tan solo a días de conocer el fallo, quiere iniciar el tratamiento en la cárcel.

Páez ya había expresado su deseo de cambiar de sexo antes del crimen de Lucio. Es más, estando detenida había realizado consultadas al respecto, aunque todavía no inició el proceso y en caso de que prospere el pedido, la asesina del pequeño permanecerá alojada en una cárcel de mujeres porque no hay legislación que avale su traslado a una prisión para hombres.
El Tribunal que la encontró responsable del asesinato conjuntamente con la madre de Lucio Dupuy, Magdalenta Espósito Valenti, su novia, deberá resolver ahora sobre el pedido ya que es una de las primeras cosas que preguntó Páez cuando ingresó a la unidad de detención, lo cual sería algo habitual para el Servicio Penitenciario puntano.
Asimismo, Páez habría manifestado cierto grado de temor por el tratamiento teniendo en cuenta su edad y contemplando la posibilidad de que no tuviera éxito. Incluso, al autopercibirse del género no binario, tendría intenciones de quitarse las mamas.

Por otra parte se supo que la asesina de Lucio ya había empezado con un tratamiento psicológico cuando estuvo en la cárcel de Santa Rosa, pero en aquella oportunidad lo interrumpió porque no deseaba que se filtraran las conversaciones en las sesiones.
El tratamiento masculinizante busca adecuar el cuerpo a la identidad y género autopercibido mediante la administración de hormonas y no habría una sola forma de realizarlo, sino que existen distintas combinaciones de compuestos químicos para generar los cambios corporales deseados, y por supuesto, la relación riesgo-beneficio, también debe ser atendida.
A Páez le podrían inyectar testosterona para aumentar su nivel en el organismo. Con esto se detendrían los ciclos menstruales y los ovarios disminuirían su producción de estrógeno, para en lo sucesivo someterse a una cirugía de cambio de sexo.
Previamente a la terapia hormonal se realizan estudios de los antecedentes médicos personales y familiares para detectar afecciones y enfermedades y se inicia la ingesta de pequñas dosis de testosterona, que luego ira en aumento de forma gradual.
La menstruación debería detenerse con el tratamiento entre el segundo y el sexto mes. Entre el mes 3 y el mes 12 la voz sufre un cambio y se vuelve grave. A los 6 meses crece el vello facial y corporal.
Entre el tercero y sexto mes la grasa corporal se redistribuye y el ciclo del tratamiento se completa entre los 2 y los 5 años.
Por supuesto, para evitar complicaciones médicas, la ingesta de las hormonas conlleva la evaluación permanente de la densidad ósea los niveles de colesterol, glucosa en sangre, y células sanguíneas, enzimas hepáticas y electrolitos.
