Tensión fiscal y disputa federal: Ziliotto llevó a Casa Rosada el reclamo por deudas y rechazó el Presupuesto 2026
La disputa, que combina números, política y desconfianza, anticipa un debate legislativo áspero y una relación Nación–provincias que seguirá marcada por la incertidumbre.

La reunión entre el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, y la cúpula del gobierno nacional volvió a exponer la tensión política y fiscal que atraviesa la relación entre Nación y provincias.
En un encuentro de poco más de una hora con el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y el ministro del Interior, Diego Santilli, el mandatario pampeano reclamó por una deuda que, según sus cálculos, supera los 400.000 millones de pesos y dejó en claro su rechazo al Presupuesto 2026 impulsado por la administración de Javier Milei.
Ziliotto sostuvo que La Pampa enfrenta una situación desigual frente a otras jurisdicciones debido al déficit previsional y al hecho de que la provincia nunca transfirió su caja jubilatoria a la Nación. Esa diferencia estructural explica —según el gobernador— por qué la deuda del Gobierno nacional creció hasta niveles que considera insostenibles. El reclamo, reiterado en múltiples oportunidades, apunta a que el Ejecutivo defina un mecanismo concreto para comenzar a reducir los pasivos con la provincia, un compromiso que todavía no cuenta con plazos definidos.
En el plano legislativo, Ziliotto fue categórico al afirmar que el Presupuesto 2026 “no contempla el interés de la provincia” y que no está dispuesto a respaldarlo. Asoció su rechazo a la ausencia de criterios federales y la falta de obra pública y de compensaciones a las provincias, dos demandas que marcaron toda la discusión fiscal entre los gobernadores y la Casa Rosada durante el último año. El mandatario aclaró que su postura no forma parte de ninguna negociación de favores políticos, pero el mensaje se inscribe en un clima de creciente presión del interior hacia el Gobierno nacional.
La negativa de Ziliotto también deja entrever una preocupación más amplia: la falta de información sobre las reformas laboral y tributaria que Milei busca impulsar. El gobernador remarcó que no accedió al borrador de esas iniciativas, un hecho que interpreta como un déficit de transparencia política y que alimenta la desconfianza de las provincias hacia el paquete de cambios estructurales que el Ejecutivo quiere aprobar en sesiones extraordinarias.
El mandatario pampeano incluso se desmarcó del anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre el retorno de Argentina al mercado de capitales. Su análisis fue prudente: apoyaría ese paso solo si se orienta a financiar obra pública y desarrollo productivo, pero no si se usa para gastos corrientes. El comentario revela un punto de fricción recurrente entre Nación y provincias: quién asume los costos del ajuste y quién se beneficia de eventuales mejoras macroeconómicas.
El encuentro en Casa Rosada dejó así un doble mensaje. Por un lado, Ziliotto exige respuestas concretas a un problema financiero que considera urgente. Por el otro, advierte que el Gobierno nacional no puede esperar apoyo automático en el Congreso sin antes demostrar voluntad de construir un marco federal más equilibrado.
