28 de septiembre de 2025

Se aleja el temporal histórico y se afianza el frío en el centro del país

El intenso frente frío que cruzó el país puso fin a un temporal extremo que dejó precipitaciones sin precedentes en el centro de Argentina. Ahora, el escenario cambia: temperaturas invernales ganan terreno y el norte continúa bajo alerta por tormentas.

Tras casi 72 horas de lluvias intensas, granizo y vientos severos, el temporal que afectó al centro del país, y especialmente a la provincia de Buenos Aires, comenzó a disiparse este domingo con el avance de un frente frío que marcó un punto de inflexión meteorológico, según consignó Meteored. La magnitud del fenómeno fue excepcional: en menos de tres días se acumularon más de 400 milímetros de lluvia en zonas como Zárate, Campana y Arrecifes, lo que representa un tercio de la lluvia habitual de todo un año.

En el AMBA, se registraron entre 126 y 209 mm, el doble de lo que suele llover en todo el mes de mayo, según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

El violento ingreso de aire frío no solo barrió con el sistema de tormentas, sino que también generó importantes nevadas en zonas bajas de la Patagonia y un evento de viento Zonda en Mendoza y San Juan, que provocó complicaciones en distintas localidades del oeste argentino.

Norte en alerta, centro bajo cero

El frente frío avanzó velozmente hacia el norte, donde todavía rigen alertas por tormentas fuertes. Las provincias del NEA, como Misiones y Corrientes, esperan nuevas precipitaciones, granizo y ráfagas intensas en lo que resta del domingo y el lunes.

En contraste, el centro del país ya comenzó a sentir el impacto del aire frío y seco. Las temperaturas cayeron abruptamente entre el sábado y el domingo, con descensos de entre 10 y 15 °C y registros mínimos por debajo de los 10 °C, que podrían descender aún más en las primeras horas del martes, con marcas cercanas a 5 °C o menos en Buenos Aires y La Pampa.

El panorama para el inicio de la semana incluye nubosidad variable, posibles lluvias débiles y un patrón térmico que marca el ingreso definitivo del otoño más crudo, tras una primera mitad de mayo atípicamente templada.

Una señal de alerta sobre la variabilidad climática

Este evento extremo deja varias alertas encendidas. Por un lado, la vulnerabilidad de varias localidades ante precipitaciones fuera de escala, con consecuencias en infraestructura y logística. Por otro, la creciente frecuencia de fenómenos severos asociados a cambios bruscos en las masas de aire.

El episodio cierra con un paisaje meteorológico renovado: adiós al calor fuera de temporada, y bienvenida a las primeras postales invernales del año. El desafío será ahora monitorear las condiciones del norte argentino, donde el frente frío aún no ha dicho su última palabra.

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