6 de octubre de 2025

Renuncia relámpago del primer ministro francés tras presentación de su Gobierno

La dimisión de Lecornu deja al país a la espera de un nuevo desarrollo político en un escenario ya marcado por la inestabilidad y la presión de diversos frentes para una renovación profunda del poder en Francia.

El nuevo primer ministro francés, Sébastien Lecornu, presentó este lunes por la mañana su dimisión al presidente Emmanuel Macron apenas unas horas después de la toma de posesión de su Gabinete, en medio de crecientes críticas y una rápida ola de reacciones políticas.

El jefe del Estado aceptó la dimisión de Lecornu, en medio de un clima de desconfianza sobre la composición y la dirección del Ejecutivo recién estrenado. En medio de las tensiones, la oposición y diversos sectores dentro de su propio campo han pedido un examen inmediato de las mociones de destitución presentadas contra Macron.

Reacciones rápidas y contundentes

►Jean-Luc Mélenchon, líder de la alianza de insumisos, aseguró que “tras la dimisión de Lecornu exigimos el examen inmediato de la moción presentada por 104 diputados para la destitución de Emmanuel Macron”.

►Mathilde Panot, presidenta del grupo de La Francia Insumisa (LFI) en la Asamblea Nacional, denunció la caída de tres primeros ministros en menos de un año y afirmó: “La cuenta atrás ha comenzado. Macron debe irse”.

La caída de Lecornu no sorprendió a nadie dentro de un cuadro político ya tildado de inestable. Uno de los factores que habría precipitado la crisis fue la controversia generada por las declaraciones del ministro del Interior entrante, Bruno Retailleau, y la crítica generalizada a la composición del Gabinete.

Retracción y críticas en la derecha Bruno Retailleau, líder de Los Republicanos (LR), había criticado duramente la inclusión de varios ministros, alegando que la lista “no refleja la ruptura prometida” con la administración anterior. Anunció que convocó un comité estratégico para decidir si mantenían o no a los ministros de su partido.

Rachida Dati, ministra de Cultura de LR, comentó que abandonar el Gobierno “unas horas después de haber aceptado participar en él” sería “hacerle el juego al caos y al desorden”.

Diversas voces de la derecha comenzaron a cuestionar la forma en que se articuló la coalición de gobierno. David Lisnard, alcalde de Cannes y presidente de la Asociación de Alcaldes Franceses, preguntó si LR participó «sin consultar a las autoridades» y señaló que la situación es “penosa” para su formación, admitiendo que ya no podía seguir como vicepresidente de LR.

La “base común” en duda Previo al estallido, Lecornu había defendido en X (antes conocido como Twitter) que su Gobierno buscaba una “base común” para el país. Sin embargo, la continuidad de su apoyo en la Asamblea quedó en incertidumbre, tras las críticas a la selección de ministros y a la experiencia de quienes ocupan carteras clave.

Entre las voces críticas destacan la decisión de traer de regreso al exministro de Economía Bruno Le Maire como ministro de Defensa, y la queja general por la falta de renovación sustancial en la alineación ministerial: 12 de los 18 ministros ya habían ocupado cargos durante el mandato de su predecesor, François Bayrou, antes de su destitución.

Comentarios del extranjero y del interior del Gobierno El recién nombrado ministro de Exteriores, Jean-Noël Barrot, afirmó a France Inter que “la clase política no parece estar a la altura de las circunstancias” y añadió que “los dirigentes políticos se niegan a asumir responsabilidades y chantajean para conseguir puestos”.

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