Rafecas ordenó extraditar a Brasil a cinco condenados por el intento de golpe contra Lula Da Silva
La decisión se produjo al concluir el juicio oral llevado a cabo en Comodoro Py. Los cinco individuos, que habían sido detenidos en Argentina, enfrentaban condenas por el máximo tribunal brasileño con penas que oscilaban entre los 13 y 17 años de prisión por los graves hechos ocurridos en Brasilia tras la victoria electoral de Lula.

El juez federal Daniel Rafecas dispuso este miércoles la extradición inmediata a Brasil de cinco ciudadanos que habían sido condenados por la Corte Suprema de ese país por su participación en el intento de golpe de Estado de enero de 2023 contra el presidente Lula Da Silva.
Los condenados alcanzados por la resolución son Joelton Gusmao de Olveira, Joel Borges Correa, Rodrigo de Freitas Moro, Wellington Firmino y Ana Paula de Souza.
El impacto de la medida en el estatus de refugiado
Un elemento clave de la decisión de Rafecas es que la disposición de extradición interrumpe de manera efectiva el trámite de solicitud de refugio que los cinco habían iniciado en territorio argentino. Esta acción judicial establece un precedente importante sobre la preeminencia de las condenas por crímenes contra el orden constitucional y democrático en el marco de la cooperación judicial internacional.
Una señal política y regional
Desde una perspectiva analítica, la rápida ejecución de la extradición por parte de la Justicia argentina, tras las condenas emitidas por la Corte Suprema brasileña, subraya el compromiso bilateral y regional con la defensa de las instituciones democráticas.
La acción del juez Rafecas no solo cumple con los acuerdos de cooperación judicial, sino que también envía una señal política fuerte contra la impunidad de quienes atentan contra un Gobierno elegido democráticamente. Esta medida se alinea con la retórica reciente del presidente Lula, quien celebró la conclusión del juicio a Jair Bolsonaro al afirmar que Brasil dio “una lección de democracia”.
En este contexto, la extradición refuerza el mensaje de que la región no tolerará la búsqueda de asilo como un medio para eludir responsabilidades penales por ataques a la soberanía popular.
