Radiografía de la elite económica: cuánto debe ganar un hogar para ubicarse entre los más acomodados del país
El panorama general refuerza la idea de una estructura económica profundamente desigual, donde una minoría concentra una porción sustancial del ingreso total mientras amplios sectores enfrentan dificultades para cubrir necesidades básicas.

Un informe reciente del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) volvió a poner en evidencia la marcada desigualdad en la distribución del ingreso en la Argentina.
De acuerdo con los datos correspondientes al tercer trimestre de 2025, un hogar necesita percibir ingresos mensuales totales desde $3.624.000 para integrar el 10% de las familias con mayores recursos económicos, con un techo que alcanza cifras cercanas a los $150 millones.
El relevamiento, realizado en 31 conglomerados urbanos, indica que más de un millón de hogares —1.015.153 en total— se ubican en este segmento de mayores ingresos. Estas familias agrupan a más de 3,5 millones de personas, lo que representa cerca del 12% de la población relevada. Dentro de este grupo, el ingreso promedio mensual se sitúa en torno a los $5,6 millones, un nivel muy superior al del resto de la sociedad.
La medición del Indec divide a la población en diez deciles para analizar la evolución de la distribución del ingreso. En ese esquema, la brecha resulta contundente: el ingreso medio del decil más rico es 16 veces mayor que el del decil más pobre. Además, siete de cada diez hogares registran ingresos familiares promedio por debajo de los $2 millones mensuales, lo que grafica la concentración de recursos en los sectores de mayores ingresos.
El contraste se vuelve aún más marcado al compararlo con los indicadores sociales. En noviembre, una familia tipo de cuatro integrantes necesitó más de $1,25 millones para no caer bajo la línea de pobreza, cifra que supera el ingreso medio del 40% de los hogares del país. Esto implica que una parte significativa de la población se mueve en niveles de ingresos muy ajustados frente al costo de vida.
Por último, el informe también destaca que la informalidad laboral y de ingresos afecta de manera desigual a los distintos estratos: es considerablemente más alta en los deciles de menores recursos y se reduce de forma progresiva a medida que aumentan los ingresos.
