4 de noviembre de 2025

Presupuesto 2026: el Gobierno logró el dictamen de mayoría

El tratamiento del Presupuesto 2026 se convirtió, así, en un anticipo de la nueva etapa política: una en la que La Libertad Avanza consolida su control institucional y redefine su estrategia parlamentaria desde una posición de poder más estable, pero aún dependiente de acuerdos puntuales que midan la verdadera profundidad de su capacidad de gobernar.

Ph: Parlamentario

La disputa por el Presupuesto 2026 dejó al descubierto el nuevo equilibrio de poder en el Congreso y anticipó el tablero político que emergerá tras el recambio legislativo.

Aunque la oposición consiguió que se emitieran los dictámenes exigidos por el emplazamiento votado en el recinto, el oficialismo logró quedarse con el de mayoría gracias a una combinación de maniobras reglamentarias, alianzas con sectores provinciales y el refuerzo de su liderazgo político tras la reciente victoria electoral.

El oficialismo, encabezado en la Comisión de Presupuesto por Bertie Benegas Lynch, logró imponerse por un solo voto —21 a 20— frente al dictamen de Unión por la Patria, que sumó el respaldo del resto de la oposición. La doble firma de Benegas Lynch, en reemplazo de José Luis Espert, resultó decisiva para quebrar el empate técnico y garantizar que el proyecto del Ejecutivo avanzara como texto principal.

El resultado expuso dos dinámicas simultáneas. Por un lado, la capacidad del Gobierno para recomponer apoyos y tejer alianzas con mandatarios provinciales de Misiones, Salta, Mendoza y San Juan, cuyos representantes acompañaron el dictamen oficialista aunque con reservas. Por otro, la dificultad de la oposición para traducir su coordinación política en un resultado institucional efectivo, aun con el impulso del emplazamiento que había logrado semanas atrás.

En términos políticos, el episodio refuerza la estrategia del Ejecutivo de utilizar cada instancia parlamentaria como terreno de consolidación interna. La figura de Benegas Lynch se afirma como operador clave en la arquitectura legislativa, mientras el eventual desembarco de Diego Santilli en el Ministerio del Interior busca profundizar la interlocución con los gobernadores y ordenar la relación con el Congreso.

El oficialismo emerge fortalecido: su victoria electoral reciente le otorga una base numérica más sólida y la posibilidad de avanzar con su agenda de reformas —laboral, tributaria y penal—, aunque deberá hacerlo calibrando los pedidos fiscales de sus aliados provinciales. La oposición, en cambio, enfrenta un dilema: intentar una última sesión antes del 20 de noviembre para modificar el rumbo o esperar a la nueva composición legislativa, que promete un escenario más favorable al Gobierno.

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