“No me sentía bien, estaba medio raro”: La inquietante confesión de Romero

El arquero de Boca Juniors, Sergio “Chiquito” Romero, tras el pase a semifinal por Copa Argentina, realizó una intrigante confesión. El consabido héroe en las definiciones por penales contó que a sus compañeros les había dicho que haría “el esfuerzo de atajar uno o dos penales” y sentenció: “no me sentía del todo bien, estaba caído”.

Boca Juniors lleva 6 instancias decisivas ganando por penales en este semestre. Por Copa Libertadores lo sufrieron Nacional, Racing y Palmeiras y por Copa Argentina, Almagro y anoche Talleres. Romero acostumbrado a sentir el peso de la responsabilidad sobre sus hombros fue determinante en las primeras 5, pero en la última, la que le dio el pasaje a semifinales de la presente edición del trofeo local, sólo fue intimidante su presencia debajo de los tres palos.

El Xeneize pudo haberlo ganado en los 90 minutos por su volumen de juego, por haberse adueñado de la pelota y por la cantidad de remates al arco, pero el destino quiso que nuevamente Chiquito tuviera el protagonismo acostumbrado. Pero no hizo falta su intervención porque su equipo se impuso 4 a 1 y Bustos y Benavidez remataron desviado.

Luego de la clasificación el arquero de 36 años habló de los penales y analizó a los rivales que habían desviado sus remates: “Creo que le pegaron con muchísima violencia; también es un juego mental, ellos no sabían cómo estaba hoy”.

En sus palabras se notaba el anuncio de una confesión: “A mis compañeros les dije que iba a hacer el esfuerzo de atajar uno o dos penales, no me sentía del todo bien, estaba caído. Por suerte, los muchachos de Talleres no embocaron al arco y eso me ayudó a mí, y los muchachos estuvieron precisos desde los 12 pasos”.

“No me sentía bien, estaba medio raro hoy. Mis compañeros hicieron un gran trabajo y me ayudaron a mí”, dijo y aseveró: “Hicimos un gran trabajo, tendríamos que haber pasado en los 90 minutos, tocó sufrir de vuelta, y nos llevamos la clasificación que vinimos a buscar. No sé si jugamos el mejor partido, pero sí un gran partido. El entrenador por ahí encontró el sistema, el que mejor se nos va a dar, tenemos que seguir por este camino, se vienen cosas lindas”.

La incomodidad a la que aludió Romero fue advertida por las cámaras de la Televisación del partido cuando cambió los guantes, los gestos cuando se dirigió hasta el banco para hablar con Javier García y el entrenador de Arqueros, Fernando Gayoso y cuando arrojó la toalla que uno de los colaboradores del técnico le había alcanzado.

¿Qué le pasó a Chiquito Romero? ¿Incomodidad personal, fastidio por los goles no convertidos, incertidumbre por otra definición desde los 12 pasos?

“Nos estamos dando cuenta de que hay una sola manera de jugar al fútbol que es no rendirse, ni entregarse; ayudar al compañero que tenemos al lado. Talleres fue un gran rival. Desde hace años viene mostrando un gran fútbol, cuando estaban 1-0 tapé una pelota abajo que si era gol se iba a hacer más difícil. Ahora tenemos que levantar en el torneo local, si logramos entrar entre los cuatro primeros del grupo lo vamos a pelear”, puntualizó.