Netanyahu reitera que “no habrá un Estado Palestino” mientras aumentan los reconocimientos extranjeros
En un mensaje difundido desde su oficina, afirmó que “la vergonzosa rendición de algunos líderes al terrorismo palestino no vinculará a Israel de ninguna manera. No habrá un Estado palestino”.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, volvió a insistir este miércoles, a pocas horas de viajar a la Asamblea General de la ONU en Nueva York, en que “no se establecerá un Estado Palestino”.
El anuncio llega tras la llegada de los primeros reconocimientos oficiales por parte de diez países, una lista que ya eleva a 157 el número de naciones que reconocen de forma plena al Estado Palestino dentro de la comunidad internacional.
Fuentes diplomáticas señalan que, en vísperas de la ONU, varios de estos reconocimientos fueron vistos por Jerusalén como una presión internacional para avanzar hacia una solución de dos Estados, mientras que para Israel representan una reafirmación de que cualquier futura entidad palestina sería incompatible con su seguridad y control territorial.
Esfera internacional: la expansión del reconocimiento internacional al Estado Palestino contrasta con la postura rígida de Tel Aviv. Los gobiernos que han formalizado el reconocimiento, entre ellos Francia y Reino Unido, ocupan puestos clave en el Consejo de Seguridad y en el G7, y su apoyo ha sido visto como un espaldarazo político ante la escalada en Gaza. Sin embargo, estas posiciones también han parado ante la crítica de que promueven una solución que, a juicio de Israel, podría debilitar la seguridad regional sin garantizar la reconciliación institucional entre ambas partes.
Reacciones a la presión humanitaria: algunos de los países que reconocen el Estado palestino habían considerado condiciones para avanzar: frenar la ofensiva en Gaza y permitir la entrada de ayuda humanitaria. El gobierno de Netanyahu, al parecer, optó por intensificar la confrontación militar en lugar de ceder a esas expectativas, lo que alimenta una crítica constante: que la seguridad y la estabilidad regional siguen siendo sacrificadas en pos de una narrativa de “derechos” que, para su parte, no garantiza un camino viable para la coexistencia.
Implicaciones para la política regional: la defensa de Netanyahu de que no habrá un Estado palestino plantea un marco de control y continuos bloqueos en la región. Los críticos sostienen que esta postura perpetúa un statu quo de ocupación, violencia y fragmentación institucional, que alimenta descontento, radicalización y una realidad de dos Estados que permanece lejana en la práctica.
Francia y Reino Unido como actores clave: la presencia de estos dos países, con histórico peso diplomático y capital político en organismos multilaterales, añade presión a la postura israelí. A su vez, su apoyo a un reconocimiento formal del Estado Palestino se interpreta como una señal para reconfigurar el tablero de negociación, aunque su influencia para impulsar medidas concretas de paz y reconciliación aún está por verse.
El anuncio de Netanyahu se presenta como una declaración de fortaleza frente a demandas internacionales de un marco de seguridad que permita un estado palestino en una frontera y con un control de seguridad que Israel considera prohibitivo. Desde una óptica crítica, se ve como una negación de las vías diplomáticas que buscan una solución de dos Estados basada en fronteras previas al conflicto y en acuerdos de seguridad y gobernanza.
El impulso de reconocer un Estado Palestino por parte de más naciones podría reforzar el argumento de algunos gobiernos para presionar por una solución política distinta a la que propone Israel. Sin embargo, también plantea el riesgo de convertir el conflicto en una cuestión de legitimidad simbólica, sin garantizar mecanismos prácticos de gobernanza, derechos humanos, desarrollo y seguridad para los civiles atrapados en Gaza y en Cisjordania.
La escalada verbal entre Jerusalén y el creciente proyecto internacional de reconocimiento del Estado Palestino muestra un panorama cada vez más fragmentado. Mientras Netanyahu advierte que no habrá un Estado Palestino, el peso de la comunidad internacional —con Francia y Reino Unido a la cabeza— continúa empujando por rutas diplomáticas que, para muchos observadores, son necesarias para evitar una espiral de confrontación que ya ha causado un alto costo humano.
En la ONU, la conversación continúa: la pregunta sigue siendo si las potencias podrán articular una solución práctica, duradera y aceptada por las poblaciones que llevan años esperando una resolución que hoy parece cada vez más difícil de alcanzar.