Milei rompe el silencio: compartió un comunicado de la droguería investigada por coimas
El Presidente eligió hablar sin hablar: su primera reacción al escándalo fue prestarle su propia voz a la compañía investigada. Un gesto que, lejos de despejar dudas, las multiplica.

El escándalo por las presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) ya alcanzó de lleno a la Casa Rosada. Luego de que se filtraran audios del ex director del organismo, Diego Spagnuolo, que comprometen a funcionarios de alto rango en un entramado de sobornos y retornos a través de la droguería Suizo Argentina, el presidente Javier Milei hizo su primera intervención pública sobre el tema.
Sin embargo, lo hizo de manera elusiva: no con una declaración oficial ni un comunicado del Gobierno, sino compartiendo en su cuenta de Instagram un texto de la propia empresa investigada.
El gesto, que puede parecer menor, fue interpretado como una señal política. Milei evitó pronunciarse directamente sobre las acusaciones que salpican a su gestión, pero dio visibilidad a la defensa corporativa de Suizo Argentina, una compañía señalada como pieza clave en el presunto circuito de retornos. La jugada alimenta la sospecha de que el Presidente busca blindar a la empresa y, de manera indirecta, a los funcionarios que podrían quedar implicados.
En el comunicado replicado por Milei, la droguería afirmó estar “a plena disposición” de la Justicia y de los organismos de control para esclarecer los hechos. También reivindicó su trayectoria de más de un siglo en el mercado, resaltando su “integridad, transparencia” y el cumplimiento de un estricto código de ética. Sus directivos, remarcaron, están dispuestos a colaborar con cualquier instancia del Estado y a seguir con normalidad su actividad de distribución de insumos médicos.
El problema de fondo es que el Presidente, en lugar de tomar distancia de la compañía bajo investigación o de respaldar explícitamente a la Justicia, optó por amplificar la versión de la propia firma. El contraste es evidente: mientras el expediente avanza y los audios comprometedores ya circulan en la opinión pública, el silencio oficial se transforma en un acto de complicidad simbólica.
La estrategia comunicacional de Milei expone dos riesgos. Primero, debilita la imagen de imparcialidad del Ejecutivo frente a un caso de corrupción que toca áreas sensibles como la discapacidad. Segundo, lo deja vulnerable frente a la crítica política y social, porque en lugar de liderar la respuesta institucional aparece alineado con la defensa privada de la empresa señalada.
