Martín Menem negó haber amenazado a Facundo Manes
En un Congreso marcado por la polarización, cada acusación se convierte en una herramienta de desgaste político, dejando en un segundo plano el debate de fondo que debería ocupar a los legisladores.

El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, negó de manera tajante haber amenazado a Facundo Manes, quien lo acusó públicamente de amedrentarlo.
“Es absolutamente falso”, respondió el legislador riojano, en un intento por desactivar un nuevo foco de conflicto político dentro del recinto.
La disputa no quedó en una simple aclaración. Menem recordó un antecedente en el que Manes acusó a Santiago Caputo de haberlo agredido físicamente en el Congreso. Según el titular de la Cámara, aquella denuncia fue revisada en los registros de seguridad y luego desestimada: “Ya mintió y hoy vuelve a mentir”, lanzó, apuntando contra la credibilidad del neurocientífico y diputado opositor.
El episodio se enmarca en un año electoral y, en palabras de Menem, responde a un comportamiento oportunista: “Hay diputados que pierden el lugar a fin de año, están en plena campaña y se ve que el vale todo los lleva a faltar a la verdad”, señaló. Con ello, no solo buscó desacreditar a Manes, sino también instalar la idea de que las denuncias forman parte de un clima político crispado en el que el protagonismo mediático pesa tanto como la discusión legislativa.
El contrapunto revela cómo la Cámara de Diputados se ha transformado en un escenario atravesado por la campaña y las internas, donde los cruces personales rápidamente escalan a acusaciones públicas. Aunque Menem intentó cerrar el tema calificando su relación con Manes de “cordial”, lo cierto es que el incidente refleja el desgaste institucional que generan estas disputas en plena contienda electoral.
