6 de octubre de 2025

Macri en modo observador: entre el respaldo a Milei y la expectativa por el reacomodamiento político

En este escenario, la pregunta no es solo cuánto influirá Macri en el futuro de Milei, sino también hasta qué punto el Presidente está dispuesto a compartir protagonismo con el fundador del PRO. Por ahora, la postal madrileña de Macri dista de ser una escapada turística: es, más bien, la pausa medida de un dirigente que apuesta a volver con más peso cuando el tablero electoral ya haya definido sus nuevas reglas.

Ph: Agencia NA

Mauricio Macri eligió la distancia física pero no la indiferencia política. Mientras pasea con su familia por Madrid, el ex presidente sigue de cerca los movimientos del oficialismo libertario y las repercusiones del terremoto político que significó la renuncia de José Luis Espert a su candidatura.

Desde allí, proyecta la imagen de un dirigente que respalda a Javier Milei, pero que al mismo tiempo aguarda señales claras sobre el lugar que ocupará el PRO en la reconfiguración del poder.

La reunión en Olivos entre Milei y Macri, previa al viaje del líder del PRO, fue leída como un intento de ordenar la relación entre ambos. El mensaje posterior de Macri en redes sociales —“Después del 26 de octubre seguiremos trabajando por el cambio profundo que la Argentina necesita”— ratificó el gesto de apoyo al Presidente, aunque también reforzó la idea de que su participación se mantiene en reserva estratégica, sin comprometerse de lleno en la campaña ni en definiciones inmediatas.

El giro político en Buenos Aires, con Diego Santilli reemplazando a Espert en la lista de diputados de La Libertad Avanza, marca un hecho central: Milei elige tender puentes hacia el PRO en un momento de fragilidad, y Macri aparece como el beneficiario silencioso de esa decisión. La inclusión de un dirigente de su riñón político en la primera línea libertaria exhibe hasta qué punto el oficialismo necesita del macrismo para sostener su armado electoral y, eventualmente, su gobernabilidad.

El ex mandatario, lejos de confrontar, administra sus tiempos. Desde su entorno aseguran que “observa todo” y que prefiere esperar a que pase la elección para definir si se posiciona como aliado pleno de Milei o como un actor autónomo que negocia desde afuera. Esa actitud, calculada y expectante, refleja tanto su experiencia como su cautela: sabe que en la política argentina la foto de hoy puede ser un lastre mañana.

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