La triple amenaza: importación, contrabando y sobrestock pone en jaque a la industria del calzado
La industria del calzado enfrenta una «tormenta perfecta» que la sitúa entre los sectores más golpeados de la economía.

El análisis de Horacio Moschetto, nuevo presidente de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), revela que la crisis es el resultado de la confluencia de factores económicos y estructurales : la caída drástica del consumo, la masiva apertura a la importación y la expansión descontrolada de la competencia ilegal (contrabando y falsificaciones).
El principal síntoma de la crisis es el sobrestock crónico . Moschetto indica que el mercado tiene inventario para «un par de años» debido a que la retracción de la demanda se combina con un ingreso de mercadería importada que no responde a un análisis de mercado real. Esta apertura no solo se da por canales tradicionales, sino que se ve agravada por la competencia directa de plataformas asiáticas (como Shein o Temu) , que permiten la compra individual a bajo costo, afectando el volumen de ventas de las empresas nacionales.
A la presión legal se suma la competencia desleal . La proliferación de ferias informales que venden falsificaciones a gran escala y productos ingresados por contrabando, sin control fiscal ni de calidad, genera un «daño enorme» al sector formal. A pesar de las reuniones con autoridades (Ministerio de Justicia y Gendarmería), el gremio solo ha obtenido «compromisos de actuar», lo que subraya una falta de respuesta regulatoria efectiva ante la amenaza ilegal.
Frente al deterioro, la alternativa de volcarse a la importación no es viable para la mayoría de los empresarios del sector. Moschetto advierte que la reconversión implica costos (despidos, indemnizaciones, venta de maquinaria) que podrían dejar a muchas empresas con «patrimonio neto negativo», evidenciando la delicada situación financiera de las firmas locales y el fuerte compromiso que mantienen con la actividad productiva original.
Paradójicamente, la CIC y el sindicato UTICRA habían impulsado un proyecto de ley en 2022/2023 que proponía un esquema de promoción industrial y estímulos para la tecnología. La no aprobación de esta iniciativa, que según Moschetto habría compensado el costo fiscal de los beneficios con la formalización laboral, se presenta ahora como un costo de oportunidad perdido para anticipar y mitigar la debacle actual.
A pesar de la coyuntura crítica, el informe destaca que la industria argentina de calzado mantiene fortalezas en segmentos de alto valor agregado , como el calzado de cuero y diseño. Con tecnología de punta y mano de obra calificada, el sector sostiene la capacidad de competir en nichos internacionales e incluso ya exporta a Estados Unidos, afirmando que está en condiciones de «disputar con Italia y España» en calidad. No obstante, estas oportunidades de exportación y valor agregado se ven opacadas por la inviabilidad operativa y el sobrestock del mercado interno.
