La nueva deuda de Milei y la advertencia de los economistas sobre el «Día D»
El acuerdo con el FMI podría proporcionar un alivio financiero en el corto plazo, pero los riesgos macroeconómicos y políticos siguen latentes. La necesidad de evitar un «Día D» después de las elecciones es una preocupación clave para los economistas, quienes advierten que la falta de estabilidad podría generar un nuevo episodio de crisis en el mediano plazo. Con una economía en plena transformación, el Gobierno enfrenta el desafío de consolidar las reformas sin generar una nueva ola de incertidumbre.

El eventual acuerdo del Gobierno de Javier Milei con el Fondo Monetario Internacional (FMI) genera expectativas y preocupaciones en el mundo económico. Expertos de la Fundación Mediterránea, como Jorge Vasconcelos y Gustavo Reyes, alertaron sobre la necesidad de evitar la percepción de un «Día D» después de las elecciones de octubre, cuando la sostenibilidad del programa económico podría ponerse a prueba.
Jorge Vasconcelos subrayó que «el manejo de la macro no será sencillo en los próximos trimestres, independientemente del refuerzo en las reservas que incluya el acuerdo con el FMI». Si bien el Gobierno está impulsando un cambio estructural en la economía argentina, existen reformas pendientes que podrían determinar el éxito o el fracaso del plan.
Uno de los principales puntos de tensión es la brecha cambiaria, que sigue siendo un problema estructural. La acumulación de reservas se ve limitada por la falta de rollover de los vencimientos de deuda, lo que obliga al Banco Central a intervenir en el mercado libre para contener la disparidad cambiaria. Según Vasconcelos, este tipo de intervención «sólo puede ser temporal», lo que genera dudas sobre la estabilidad cambiaria a mediano plazo.
Impacto en el sector productivo y financiero
El acuerdo con el FMI también podría redefinir la estructura económica del país, con sectores beneficiados y perjudicados. Vasconcelos advirtió que «comienzan a perfilarse ganadores y perdedores del nuevo escenario», pero resaltó que las empresas tienen «muy pocos instrumentos para encarar la reconversión». En este contexto, la falta de herramientas de financiamiento y de políticas activas podría dificultar la adaptación del sector productivo al nuevo esquema económico.
Otro factor clave es la aprobación del acuerdo en el Congreso, donde las relaciones entre el Ejecutivo y el Parlamento «no están pasando por el mejor momento». La incertidumbre política podría convertirse en un obstáculo para la implementación efectiva del programa con el FMI, lo que podría derivar en mayor volatilidad en los mercados.
El impacto fiscal y la deuda futura
El DNU del Gobierno establece un plazo de gracia para el pago anticipado de capital, lo que podría permitir que la fracción destinada a refinanciar vencimientos supere los 14.000 millones de dólares. A su vez, se contempla un monto adicional para que el Tesoro rescate parte de las Letras Intransferibles en manos del Banco Central, que en total ascienden a unos 23.000 millones de dólares.
Sin embargo, el desafío principal sigue siendo la sostenibilidad del endeudamiento. La dependencia de financiamiento externo, sumada a la falta de crecimiento económico sostenido, podría generar una situación compleja si las condiciones internacionales se vuelven adversas o si el acuerdo con el FMI no logra cumplir sus objetivos de estabilización.