La Justicia recibe pruebas: Garbarino habría vaciado fondos a través de empresa paralela
La prolongada agonía de Garbarino, exlíder de electrodomésticos, toma un giro judicial con la presentación de pruebas por parte de sus exempleados.

La denuncia de «desvío de fondos» a través de una empresa paralela durante la convocatoria de acreedores refuerza la acusación de vaciamiento contra el dueño, Carlos Rosales, y subraya cómo estas maniobras financieras precarizaron y dejaron sin recursos a los principales damnificados: los trabajadores, según consignó el portal Data Gremial.
La presentación ante el juez Fernando D’Alessandro confirma las sospechas de los trabajadores: Garbarino habría utilizado la firma Nostalgie, adquirida por el fondo FIDEN de Rosales, para realizar operaciones y liquidar ventas por fuera del control del juzgado y la sindicatura.
Esta acción, denunciada por el Grupo de Trabajadores de Garbarino en Lucha, no es solo un incumplimiento procesal, sino un acto deliberado que drenó recursos de la masa concursal. En términos críticos, esta maniobra privó a los trabajadores de los fondos necesarios para el «pronto pago», llegando a percibir cifras irrisorias de $200 o $300, mientras que el dinero de las ventas se canalizaba hacia el entorno del dueño.
La denuncia actual no es un hecho aislado. Se suma a «maniobras sospechosas» detectadas en 2016 por la ex AFIP, que el juez de la quiebra ahora busca reabrir, e involucrarían a los hermanos Daniel y Omar Garbarino y al ex director general Carlos García.
Además, el testimonio de los ex empleados señala que en 2018 la empresa formó una compañía paralela para «sub-alquilar» dos inmuebles clave (el depósito de La Tablada y el local de Cabildo y Juramento), un clásico indicio de descapitalización patrimonial.
Este patrón de acciones, que antecede y continúa durante la gestión de Rosales, consolida la crítica de que la caída de Garbarino fue el resultado de un vaciamiento sistemático y no meramente de la mala gestión económica.
La precarización de los derechos laborales
El principal impacto de este presunto desvío recae en los trabajadores. Con deudas que superan los 15 mil millones de pesos en salarios caídos, aportes y liquidaciones, el panorama es sombrío.
La crítica se agrava al considerar que una reciente resolución gubernamental dejó de declarar a los trabajadores de una empresa quebrada como «prioritarios» a la hora de cobrar, favoreciendo potencialmente a otros acreedores, incluyendo al Estado (al cual la empresa adeuda alrededor de 8.500 millones de pesos).
Ante un pasivo total monumental y la alta probabilidad de quiebra inminente, las maniobras de desvío de fondos solo sirven para ratificar la impunidad con la que se dilapidó el capital de la firma, dejando a millas de familias en la incertidumbre y con la certeza de que «lamentablemente no vamos a cobrar mucho».
