30 de septiembre de 2025

La informalidad superó el 43% en el segundo trimestre del 2025

Empleo Informal Crítico: Supera el 43% y Señala el Fracaso de la Formalización bajo el «Plan Milei»
El empleo informal en Argentina alcanzó un preocupante 43,2% durante el segundo trimestre de 2025, un aumento de 1,6 puntos porcentuales respecto al año anterior, según el informe del IIEP (UBA/CONICET).

Este avance significa que más de 4 de cada 10 trabajadores carecen de cobertura legal, impositiva o de seguridad social, una cifra que no solo refleja la debilidad estructural del mercado laboral argentino, sino que, en el actual contexto de ajuste económico, subraya la acelerada precarización como la vía principal de «creación» de puestos de trabajo.

El informe, que analiza datos de la EPH (INDEC), coloca la tasa de informalidad asalariada en el 37,7%, su valor más alto desde 2008 (con excepción de un trimestre de 2022). Esto es particularmente crítico, ya que el 63% de los informales son asalariados que, a pesar de estar en relación de dependencia, no están registrados. Esta persistente y ahora creciente informalidad demuestra que, más allá de las fluctuaciones económicas, el país no ha logrado resolver una patología laboral crónica de más de 17 años.

La Informalidad como Refugio de la Pobreza

La escalada de la informalidad bajo el denominado «plan Milei» opera como un crítico indicador de la calidad del empleo generado en un contexto recesivo. Las medidas de ajuste y la contracción económica tienden a deprimir el empleo formal, mientras que el sector informal actúa como un «colchón» de subsistencia, aunque sumamente precario.

Los datos del informe son una acusación directa a la idea de que un puesto de trabajo garantiza una vida digna:

Pobreza Laboral

El 42% de los trabajadores informales viven en hogares pobres, frente al 24% del promedio general. Más aún, el 40% de los informales tienen un ingreso laboral mensual inferior al valor de la canasta de bienes básicos (línea de pobreza individual), algo que solo ocurre en el 5% de los formales. La informalidad no solo implica desprotección social, sino que es un motor activo de la pobreza.

Segmentos Vulnerables

La informalidad castiga con mayor dureza a los segmentos ya vulnerables. La tasa de los jóvenes (16-24 años) alcanza el 63%, y la tasa femenina (43,2%) supera la masculina. Además, el fenómeno es marcadamente regional, con Noroeste, Cuyo y Nordeste superando el 48%, mientras que la Patagonia registra las tasas más bajas. Esto evidencia una profunda asimetría en el impacto de la crisis.

Sectores Críticos

La informalidad es aplastante en sectores con alta concentración de población de bajo nivel educativo, como el servicio doméstico y la construcción, ambos con una incidencia del 75,4%. Esto subraya la conexión entre la falta de calificación, la desprotección laboral y el riesgo de pobreza estructural.

La subida de la informalidad al 43,2% no es solo una estadística, sino la manifestación de un mercado laboral dual que se profundiza: un sector formal en retracción y un sector informal en expansión que, si bien ofrece una mínima ocupación, condena a millones a la precariedad y a la pobreza a pesar de trabajar.

El desafío del Gobierno no es solo crear «empleo», sino formalizarlo, ya que el actual modelo está consolidando una fuerza laboral masivamente desprotegida.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *