La imagen de Javier Milei cayó a 39% y crece la percepción de que su modelo económico “está agotado”
Al mismo tiempo, la desaprobación ya llega al 59,5%, con un 53,8% que califica su gestión como “muy mala”, lo que refleja una profundización del descontento social.

El desgaste político de Javier Milei avanza en paralelo con la crisis económica que atraviesa el país. Un nuevo sondeo del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) confirmó que la imagen positiva del Presidente tocó un piso histórico de 39,2%, perforando por primera vez la barrera del 40% desde que asumió en diciembre de 2023.
La pérdida de apoyo se explica en gran medida por la dinámica económica: en apenas dos meses, la expectativa de recuperación cayó de 47% en julio a 27,5% en septiembre. El retroceso muestra que incluso votantes que respaldaron a Milei en el balotaje comienzan a dar la espalda a un modelo que, lejos de generar alivio, se percibe cada vez más recesivo.
El director del CEOP, Roberto Bacman, subrayó que la mayoría de quienes reclaman un cambio de rumbo pertenecen a los sectores de menores ingresos, justamente la base electoral que le permitió llegar al poder.
El impacto del deterioro económico se traduce en un malestar social creciente: más de la mitad de la población reconoce que no llega a fin de mes y los sentimientos dominantes son de bronca (38,4%) e incertidumbre (26,6%).
El núcleo de esperanza (21%) se concentra casi exclusivamente entre los seguidores más fieles al Presidente, lo que muestra un corrimiento hacia una opinión pública cada vez más crítica.
La caída sostenida en los índices de popularidad de Milei no se limita a un problema coyuntural, sino que abre un interrogante estructural sobre la viabilidad política de su programa económico. El divorcio entre la retórica libertaria y la realidad social plantea riesgos tanto para la gobernabilidad como para la construcción de mayorías legislativas en el futuro.
En este marco, el dato de que solo un 7% califica su gestión como “muy buena” ilustra con crudeza el debilitamiento del capital político del mandatario.
El mensaje que dejan las encuestas es claro: el proyecto económico del oficialismo comienza a ser percibido por amplios sectores como insostenible, y la persistencia de la recesión, sumada a los escándalos de corrupción, acelera el desgaste de un gobierno que, a menos de un año de gestión, ya enfrenta el desafío de redefinir su rumbo para evitar un aislamiento político y social mayor.