La fiscalía dictaminó que Karen Reichardt debe encabezare la lista de LLA en Buenos Aires
La decisión final recaerá en el juez federal Alejo Ramos Padilla y eventualmente en la Cámara Nacional Electoral. Pero el dictamen de Roteta marca un antecedente que podría incidir en futuros conflictos partidarios: la paridad no es un tecnicismo de cupos, sino un principio que reconfigura la dinámica del poder político en la Argentina.

La pulseada interna en La Libertad Avanza por la sucesión de José Luis Espert en la lista de candidatos a diputados nacionales por Buenos Aires sumó este martes un giro judicial clave.
La fiscal federal con competencia electoral en la provincia, Laura Roteta, dictaminó que la reemplazante natural debe ser Karen Reichardt, quien figuraba en el segundo lugar de la nómina, y no Diego Santilli, como proponía el oficialismo libertario.
El dictamen, aunque no vinculante, abre un debate de fondo: la aplicación de la ley de paridad de género en un escenario político donde aún se buscan atajos para preservar liderazgos masculinos. Roteta fue categórica al sostener que “el principio de paridad no puede aplicarse de modo que perjudique a las mujeres”, recordando que se trata de una acción afirmativa destinada a corregir desigualdades históricas en el acceso a cargos de representación.
El oficialismo apeló al decreto 171/2019 para justificar su propuesta, interpretando que una renuncia debe cubrirse con un reemplazo del mismo género que sigue en la lista. Sin embargo, la fiscal desarmó ese argumento al señalar que la interpretación formalista contradice el espíritu de la normativa y la jurisprudencia reciente, como el caso de la senadora Lucila Crexell, donde la Cámara Nacional Electoral priorizó garantizar la participación efectiva de las mujeres.
El trasfondo es político: la salida de Espert abrió un vacío en la boleta bonaerense de La Libertad Avanza, la plaza electoral más disputada del país. La disputa por quién encabeza la lista refleja la tensión entre el pragmatismo electoral —que empuja a figuras con mayor peso mediático como Santilli— y las reglas de representación que buscan equilibrar la competencia política.