8 de octubre de 2025

La crisis política en Francia dispara el riesgo país y pone en alerta a los mercados

La crisis política francesa no solo altera la escena interna, sino que también refuerza las señales de mayor fricción entre crecimiento, estabilidad presupuestaria y vigilancia de Bruselas. Mientras el gobierno intenta definir una ruta para desbloquear la parálisis institucional, los mercados siguen evaluando la sostenibilidad de las cuentas públicas y el calendario político que podría definir el curso económico de Francia en 2026.

La dimisión sorpresiva del primer ministro Sébastien Lecornu, menos de un mes después de asumir el cargo, ha desencadenado una tormenta de inquietud entre economistas y mercados.

Con un Gobierno sin mayoría operativa y un presidente Emmanuel Macron enfrentando crecientes llamados a nuevas elecciones, la economía francesa se ve arrinconada por una parálisis institucional que amenaza con retrasar la consolidación fiscal y complicar la estabilidad de las finanzas públicas.

Riesgo soberano y prima de riesgo en ascenso Los primeros indicios de la respuesta de los mercados no se han hecho esperar. En los mercados de deuda, la rentabilidad de las obligaciones del Tesoro francés a 10 años (OAT) se situaba en torno a 86 puntos básicos por encima de las corresponding alemanas, un diferencial no visto desde el colapso del gobierno de Barnier a finales de 2024 y comparable a los niveles registrados en julio de 2012, durante las últimas fases de la crisis de la deuda de la eurozona.

Goldman Sachs fue parte de la voz que advirtió sobre el aumento del riesgo país en Francia. En una nota difundida el martes, el banco señaló que la incertidumbre política podría traducirse en un crecimiento ligeramente más débil y en déficits fiscales mayores. El economista sénior Simon Freycenet estimó que el déficit de 2026 podría ampliarse en 0,1 puntos porcentuales del PIB, mientras que el crecimiento del PIB podría verse reducido en unos 0,2 puntos porcentuales.

El mercado ya habría descontado gran parte del riesgo político, indicó Goldman Sachs. Si la situación persiste, el diferencial entre los bonos franceses y alemanes podría mantenerse alrededor de su proyección de 70 puntos básicos para finales de 2025, aunque la persistente incertidumbre mantiene los riesgos inclinándose al alza.

Qué podría implicar para la economía francesa La economía no está exenta de presiones. La economista de ING, Charlotte de Montpellier, destacó que “la dimisión del primer ministro señala un aumento de los riesgos presupuestarios” y advirtió que Francia podría quedarse sin un presupuesto aprobado para 2026, funcionando en pos de una prórroga automática del presupuesto de 2025. Este escenario limitaría tanto nuevos gastos como esfuerzos de reforma.

La parálisis política llega en un momento particularmente delicado, dada la vigilancia de Bruselas sobre el déficit y la necesidad de restablecer la disciplina de las finanzas públicas. De Montpellier señaló que es probable que la Comisión Europea adopte una postura más estricta ante Francia si no se ve progresos claros en la consolidación fiscal.

Proyección de déficit y crecimiento bajo el paso del tiempo Sin avances en la consolidación fiscal, las estimaciones apuntan a un déficit que podría situarse alrededor del 5% del PIB en 2026, con una deuda pública que podría superar el 116% del PIB. En cuanto al crecimiento, ING estima que la economía francesa podría crecer apenas un 0,8% en el próximo año, situándose por debajo de la media de la eurozona.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *