La CGT advirtió que la reforma laboral de Milei «chocará contra una pared»
Tras un encuentro clave con diputados nacionales de extracción sindical de Unión por la Patria, la central obrera delineó una estrategia de resistencia que apunta a la falta de consulta y la naturaleza de las posibles modificaciones.

La Confederación General del Trabajo (CGT) ha escalado su tono de advertencia hacia el Gobierno de Javier Milei en relación con el proyecto de reforma laboral.
El cotitular de la CGT, Jorge Sola (gremio de Seguros), fue enfático al señalar la principal objeción de la central: la ausencia de un diálogo formal y concreto con el Poder Ejecutivo. La frase «Si no nos llaman, chocarán contra la pared de siempre» resume la postura de la CGT, que se siente marginada del proceso de formulación de la reforma.
Según Sola, el Gobierno debe escuchar a los dos «sectores que más entienden del tema: los que invierten y los que ponen el laburo». La preocupación se intensifica ante la percepción de que la reforma se maneja «solo con trascendidos» y la falta de un proyecto oficial para el análisis. La crítica se extendió incluso al discurso del Ministro de Economía, Luis Caputo, en la Unión Industrial Argentina (UIA), donde, según Sola, no se mencionó la palabra «industria», sugiriendo un enfoque económico sesgado.
Articulación legislativa y proyectos superadores
El encuentro de la CGT con legisladores como Vanesa Siley, Mario Manrique, Hugo Yasky y Sergio Palazzo (quien es también dirigente sindical) revela la intención de la central de articular su resistencia en el Congreso. Palazzo, al referirse a la reunión, destacó que el objetivo fue «analizar estrategias y proyectos superadores de lo que debe ser una reforma laboral progresiva e inclusiva», en clara oposición a lo que consideran una «quita de derechos que pretende el Presidente Milei».
Esta movida política indica que la CGT buscará influir activamente en el debate legislativo, no solo con una estrategia de bloqueo, sino también presentando alternativas que busquen legitimidad bajo el argumento de ser «progresivas» e «inclusivas», contrastándolas con la visión de flexibilización laboral que se atribuye al Gobierno.
Un mensaje Político consolidado
La reunión de la CGT, llevada a cabo por su nueva mesa chica (Sola, Argüello y Jerónimo), se produjo después de un cónclave interno para debatir sobre las discusiones en el marco del Consejo de Mayo. Este contexto subraya la consolidación interna de la nueva conducción para enfrentar una de las iniciativas más sensibles del Gobierno.
Al no haber recibido aún una invitación oficial para el diálogo, la CGT utiliza esta advertencia pública para presionar al Poder Ejecutivo a sentarse a la mesa de negociación, antes de que el proyecto avance en la esfera legislativa.
