25 de octubre de 2025

Javier Milei en Córdoba: «Estamos terminando con el narcotráfico»

Más que un acto de campaña, la aparición en Córdoba parece haber sido una pieza de narrativa política: un intento de reafirmar el mito del líder que combate enemigos invisibles y logra victorias totales en un contexto de desgaste institucional y malestar económico.

En el tramo final de la campaña legislativa, Javier Milei encabezó una caravana en Córdoba, donde proclamó —entre aplausos y consignas libertarias— que su gobierno “está terminando con el narcotráfico”.

La frase, pronunciada con tono de arenga desde la caja de una camioneta y amplificada por megáfono, sintetiza tanto la estrategia comunicacional del presidente como las tensiones entre su discurso de eficacia y la realidad de los indicadores sociales y criminales del país.

El acto, más performático que masivo, reunió a un grupo reducido de militantes en torno al vehículo presidencial, custodiado por personal de seguridad y rodeado de cámaras. La puesta en escena —similar a las caravanas libertarias de 2023— buscó transmitir una imagen de espontaneidad y cercanía con la gente, aunque con una fuerte orientación hacia la producción de contenido digital más que hacia la interacción política real.

“Sacamos de la pobreza a 12 millones de argentinos. Terminamos con los piquetes. Tenemos los índices de inseguridad más bajos de la historia. Estamos exterminando el narcotráfico”, enumeró Milei, en una lista de afirmaciones que fueron recibidas con aplausos pero que carecen de respaldo estadístico oficial o independiente.

Los datos del propio Ministerio de Seguridad, así como los informes de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), muestran que las causas vinculadas al tráfico y consumo de estupefacientes se mantienen estables e incluso han crecido en algunas jurisdicciones desde 2024.

La declaración adquiere un matiz político más complejo si se considera que el primer candidato previsto por La Libertad Avanza en Córdoba, José Luis Espert, debió retirarse de la lista tras revelarse sus vínculos con Fred Machado, empresario argentino acusado de narcotráfico en Estados Unidos y actualmente a punto de ser extraditado.

En ese contexto, la consigna presidencial sobre el combate al narco no solo aparece como un gesto de autocelebración, sino también como un intento de desmarcar al espacio de las sospechas que rodean a parte de su dirigencia.

El paso de Milei por Córdoba —donde también participaron Laura Soldano, Marcos Brizuela Patiño, Laura Rodríguez Machado y Evelin Barroso— se inscribe en una estrategia de campaña que prioriza los distritos de alto peso electoral y las intervenciones mediáticas por encima de los actos tradicionales.

La provincia mediterránea representa un territorio clave: allí el oficialismo libertario busca polarizar tanto con el kirchnerismo como con el frente Provincias Unidas, del exgobernador Juan Schiaretti, que conserva una estructura política y territorial sólida.

En el plano simbólico, la caravana cordobesa exhibe la continuidad de un estilo político basado en el enfrentamiento discursivo y la exaltación personal del liderazgo. Milei se presenta como el artífice de una transformación radical, pero sus declaraciones —desde los “12 millones que salieron de la pobreza” hasta la “exterminación del narcotráfico”— evidencian una desconexión con los diagnósticos oficiales y con las percepciones sociales de inseguridad y crisis económica.

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