Israel activa el sistema láser más avanzado del mundo para protección contra drones y misiles
Desarrollado en secreto por la empresa Rafael Advanced Defense Systems, el sistema, bautizado como Iron Beam, representa un cambio radical en las estrategias de protección aérea y promete reducir significativamente los costos de interceptación.

En un avance sin precedentes en tecnología de defensa, Israel ha puesto en funcionamiento el primer sistema láser de alta potencia destinado a interceptar drones y proyectiles enemigos.
El Ministerio de Defensa israelí anunció a mediados de septiembre que la versión de 100 kW del Iron Beam superó con éxito las pruebas de «configuración operativa completa» tras varias semanas de ensayos en condiciones reales.
Durante estos ensayos, el sistema logró interceptar con precisión y en cuestión de segundos misiles, proyectiles de mortero, vehículos aéreos no tripulados (drones) y aviones, incluso en condiciones adversas como niebla. Se trata, según expertos, de la primera vez en la historia que un sistema láser de esta categoría alcanza la preparación para su despliegue operacional en un contexto de amenazas reales.
Este avance coloca a Israel a la cabeza en tecnología de defensa láser, complementando sus sistemas existentes como la Cúpula de Hierro, Honda de David y los sistemas Arrow, que han demostrado ser efectivos contra misiles balísticos y ofensivos pero con limitaciones ante drones y amenazas de bajo vuelo.
El nuevo sistema láser será especialmente eficaz contra los llamados «drones de bajo vuelo» que rastrean el suelo, una capacidad que los sistemas anteriores no podían ofrecer. Esto resulta crucial en la lucha contra amenazas iraníes como el Shahed 101, un dron de fibra de carbono, silencioso y de largo alcance, utilizado por Irán y lanzado desde el Líbano, que ha causado múltiples ataques en Israel y en regiones cercanas.
El Iron Beam integra sensores avanzados, radar, cámaras electro-ópticas y un sistema de control de fuego inteligente, permitiendo una detección y destrucción rápida y precisa de objetivos en movimiento. Además, su bajo coste de operación lo convierte en una opción económicamente viable para mantener la seguridad en zonas sensibles y en el frente de batalla.
A diferencia de los misiles, cuyo coste puede superar los 100.000 dólares por disparo, el láser requiere únicamente energía eléctrica, cuyos costes en Israel son de unos pocos céntimos por disparo. Esto permite una defensa sostenida y autoabastecida, eliminando la dependencia de una cadena logística compleja y costosa.
El despliegue del Iron Beam refuerza la estrategia de Israel de mantener una defensa en capas, complementando sus sistemas existentes y ofreciendo una protección eficaz contra las amenazas emergentes en la región. Con esta innovación, Israel reafirma su liderazgo en tecnología militar y en la lucha contra las nuevas formas de guerra aérea y cibernética.
