23 de noviembre de 2025

Golpe al empleo riojano: cierran dos industrias y la construcción arrastra 8000 puestos perdidos

La perspectiva inmediata apunta a un escenario de mayor conflictividad y a la necesidad de medidas urgentes que frenen la pérdida de capacidades industriales y laborales.

La crisis económica que atraviesa La Rioja profundiza su impacto sobre el tejido productivo provincial, donde la combinación de apertura importadora, caída del consumo interno y paralización de la obra pública está generando un deterioro acelerado del empleo.

En las últimas horas se sumaron dos nuevos cierres industriales: la textil Luxo y la fábrica de calzado Vulcalar, decisiones que dejaron sin trabajo a cerca de un centenar de empleados y que exponen la fragilidad del aparato manufacturero local.

Luxo, ubicada en la capital provincial y beneficiaria de incentivos oficiales, pasó en pocos días de aplicar despidos parciales a disponer el cese total de sus operaciones. En Sanagasta, Vulcalar decidió cerrar definitivamente luego de menos de tres años de actividad, afectando a 80 trabajadores especializados. El intendente Federico Sbiroli confirmó que el municipio gestiona los trámites para garantizar el cobro de indemnizaciones, aunque reconoció que las gestiones para sostener la producción no lograron revertir la caída de la demanda.

El retroceso no se limita al sector industrial. La construcción, históricamente un motor del empleo provincial, enfrenta un derrumbe sin precedentes. Según Sebastián Di Fiore, secretario general de UOCRA La Rioja y referente de la CGT, la paralización de la obra pública en la provincia ya eliminó 8000 puestos formales en apenas dos años. El dirigente advierte que la falta de pagos del Gobierno nacional a las firmas encargadas de trabajos estratégicos, como los de las rutas 73 y 75, anticipa nuevos despidos en el corto plazo.

El cuadro general muestra un mercado laboral en retroceso, donde actividades clave se ven afectadas simultáneamente por la recesión y por cambios abruptos en las reglas de juego económicas.

El cierre de fábricas y la caída del empleo registrado en la construcción no solo reducen ingresos familiares, sino que debilitan la estructura productiva de la provincia y tensan la relación entre municipios, empresas y Nación.

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