6 de octubre de 2025

Furioso cruce entre Zago y Carignano: «Hacete cargo de toda esa manga de gatos»

Entre reproches, ironías y acusaciones de corrupción, la discusión terminó siendo un espejo del clima de tensión que se arrastra desde el Congreso.

Ph: m1

El programa Hay Algo Ahí, conducido por Tomás Rebord, fue escenario este domingo de un cruce encendido entre los diputados Oscar Zago (La Libertad Avanza) y Florencia Carignano (Unión por la Patria), que expuso la fractura cada vez más áspera de la política argentina.

Zago abrió fuego al responsabilizar a Carignano por el legado del gobierno de Alberto Fernández: “Salimos de la casa del terror. Entérense”, afirmó, en referencia a la situación económica heredada. Carignano no tardó en devolver el golpe: “Sí, y nos caímos a un abismo”, replicó, apuntando que los libertarios solo benefician a unos pocos y que la mayoría de la sociedad sufre aún más.

El momento más explosivo llegó cuando Carignano acusó al oficialismo de cobijar personajes oscuros: “Hacete cargo vos de toda esa manga de gatos y de la tarotista que es cajera de Milei. Bien corrupta es”, lanzó, en alusión a supuestas figuras polémicas vinculadas al entorno libertario.

Zago, por su parte, le reclamó que se haga cargo del escrache frente a la casa del diputado José Luis Espert, pero la legisladora le retrucó con ironía: “¿Vos estás tomando algo? ¿Qué le dieron?”, profundizando aún más el tono ácido del intercambio.

La discusión reflejó el eco del reciente escándalo en la Cámara de Diputados, cuando libertarios y opositores terminaron a los gritos y con la sesión interrumpida. La crispación no solo se mantiene en el recinto, sino que se traslada a los medios y a la agenda pública.

En un gesto que pareció calmar brevemente las aguas, Zago se solidarizó con Carignano después de que ella relatara graves amenazas contra ella y su familia: “Me parece de una cobardía tremenda. Y peor que sea con tus hijos”, expresó. La diputada, visiblemente conmovida, relató: “Estoy recibiendo amenazas de muerte, de personas que son expolicías. Hicimos las denuncias con nombres, y no pasa nada. Con Espert no sucede lo mismo porque es del oficialismo”.

Detrás de este intercambio picante se asoma el núcleo duro de la crisis política argentina: la incapacidad de tender puentes. La confrontación descarnada, la chicana constante y la violencia política latente parecen haber pasado de ser excepciones a convertirse en un modo de funcionamiento, incluso ante las cámaras de televisión.

En definitiva, el episodio expone no solo la polarización extrema, sino también la creciente dificultad de sostener un debate democrático sin caer en el agravio personal. Un síntoma de la erosión institucional que atraviesa la política argentina, donde el barro de la grieta ya no se limita al Congreso, sino que inunda cada espacio público.

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