Ellos lo saben, nosotros lo sabemos y todos se dieron cuenta: Hay hambre de Mundial

Con Messi, De Paul, Paredes y Otamendi mirando el partido por TV, la Selección se hizo fuerte desde lo colectivo y volvió a sumar de a tres. La energía que hay afuera se traslada adentro.

Como recordarán, Argentina se plantó en Calama ante chile y no le faltó nada, pese a que Messi no estaba en la plantilla, y trajo un valioso triunfo.

Sin Leandro Paredes, Rodrigo De Paul y Nicolás Otamendi, la columna vertebral del equipo, el seleccionado jugó uno de los partidos más completos ante Colombia y celebró una nueva victoria, esta vez frente al público argento.

Se ve que hay un crecimiento en lo colectivo, si las individualidades ganan partidos, el juego en equipo puede aspirar a mucho más. Con trabajo, dedicación y una fuerte impronta de Lionel Scaloni desde el banco, lo que hasta hace pocos años parecía imposible, hoy ya no lo es. 

No vino el mejor del mundo en esta doble fecha de eliminatorias. Está bien, no hay que tirar de la cuerda, su lugar es ocupado por otro y el sacrificio es mutuo. Afuera se respira una gran comunión y en la cancha esa comunión se convierte en solidaridad hasta que un gol los funde en el abrazo, a todos y a cada uno.

Papu Gómez lo dejó en claro, una vez que esto termina y todos vuelven a sus clubes y a su vida de rutina, se extraña ese encuentro, esa cuestión anímica, esa energía. Que habrá que potenciar ese vínculo para llegar al mundial de Qatar, bajar la ansiedad, elevar el caudal de juego, cuidar a los mejores y trabajar en el grupo.

Bueno, tal vez, el hecho de pensar en eso que muchos no quieren decir, sea un motivo más para volver a creer. Hoy se ganó, se sumó, y se está tranquilo. Para Qatar aún falta.