El Senado da paso a acuerdo parcial para reabrir el Gobierno tras seis semanas de cierre histórico en EE.UU.
La batalla por una solución definitiva continúa en medio de una situación de crisis que mantiene al país en incertidumbre.

El Senado de Estados Unidos dio un primer paso crucial hacia la reapertura del Gobierno, que lleva más de seis semanas cerrado, en medio de un acuerdo que no garantiza la continuidad de los subsidios sanitarios. La votación, realizada el domingo, fue de 60 a 40 y permite avanzar en la aprobación de una legislación de compromiso para financiar el funcionamiento gubernamental, aunque aún queda camino por recorrer.
Este acuerdo, impulsado por un grupo de senadores moderados, incluye una votación futura sobre la extensión de los créditos fiscales de la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible, que expiran en enero. Sin embargo, no asegura la prórroga de los subsidios sanitarios, una demanda clave de los demócratas durante semanas de negociaciones. El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, votó en contra del paquete, junto con la mayoría de sus colegas, evidenciando las tensiones internas.
Entre los avances, el acuerdo propone revertir los despidos masivos de empleados federales desde el inicio del cierre y garantizar que los trabajadores afectados reciban sus salarios atrasados. El líder de la mayoría en el Senado, John Thune, apoyó rápidamente la iniciativa y llamó a una votación inmediata para acelerar su aprobación, en un contexto en el que el cierre sigue afectando vuelos, servicios y la ayuda alimentaria para millones de estadounidenses.
Por su parte, ciertos senadores demócratas, como Jeanne Shaheen, Maggie Hassan y Angus King, lograron romper el estancamiento de seis semanas al votar a favor de extender la financiación del Gobierno hasta finales de enero, a cambio de discutir la extensión de los créditos fiscales de salud en diciembre. Sin embargo, la resistencia de algunos demócratas, que solo sumaron cinco votos a favor, refleja las divisiones internas.
Desde la Cámara de Representantes, líderes progresistas criticaron duramente el acuerdo en el Senado. Greg Casar calificó la propuesta como una «traición», mientras que Angie Craig y Hakeem Jeffries aseguraron que aún queda mucho por luchar contra un cierre que ha causado graves perjuicios a millones de estadounidenses.
