El nuevo Congreso proyecta un escenario parlamentario más favorable para el Gobierno
La victoria legislativa de LLA confirma la vigencia del liderazgo de Javier Milei y fortalece el núcleo político de su proyecto, al tiempo que deja al peronismo en una posición defensiva y obliga a las fuerzas opositoras a redefinir estrategias frente a un oficialismo que, lejos de desgastarse, logra consolidar su poder en el Congreso y en el territorio nacional.

Las elecciones legislativas de 2025 marcaron un nuevo punto de inflexión en el mapa político argentino, con un contundente triunfo de La Libertad Avanza (LLA) que ratifica el poder del oficialismo en la mitad de su mandato.
El espacio que lidera el presidente Javier Milei logró imponerse en 16 de las 24 provincias del país, incluida la estratégica Buenos Aires, y se alzó como la principal fuerza política a nivel nacional en la renovación de 127 bancas en Diputados y 24 en el Senado.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue el encargado de anunciar los resultados, que confirmaron el respaldo mayoritario de los votantes al Gobierno. En la provincia de Buenos Aires, donde se concentraba la mayor expectativa, la lista encabezada por Diego Santilli obtuvo el 41,52 % de los votos, superando por escaso margen al peronismo, que alcanzó el 40,84 %.
El dato resulta simbólico: apenas un mes y medio antes, el oficialismo local había ganado las elecciones provinciales por una diferencia de 14 puntos, lo que evidencia una recomposición del voto opositor, aunque insuficiente para revertir la tendencia nacional.
En la Cámara de Diputados, LLA obtuvo 64 de las 127 bancas en disputa, seguida por Fuerza Patria (44), Provincias Unidas (8), partidos provinciales (6), el Frente de Izquierda (3) y otras fuerzas menores (2). Con estos resultados, la Cámara baja quedará conformada desde el 10 de diciembre con Fuerza Patria al frente con 97 escaños, La Libertad Avanza con 93, y una fragmentación opositora que deja en minoría a bloques tradicionales como el PRO (14) y la UCR (3).
En el Senado, de las 24 bancas en juego, el oficialismo sumó 13, ampliando su representación a 10 senadores propios y consolidando una mayoría relativa que le permitirá negociar con sectores aliados para avanzar en su agenda legislativa. Fuerza Patria obtuvo 9 escaños y los restantes 2 fueron para partidos provinciales.
El nuevo reparto de fuerzas proyecta un escenario parlamentario más favorable para el Gobierno, que podrá impulsar con mayor margen su programa de reformas estructurales. Sin embargo, la composición final también revela la emergencia de un esquema político más atomizado, donde las alianzas coyunturales y el diálogo con los gobernadores se volverán claves para sostener la gobernabilidad.
