El Gobierno refuerza el cepo cambiario: quienes compren dólar oficial no podrán operar en los financieros
En un contexto de brecha creciente y expectativas devaluatorias, la medida confirma que la política cambiaria sigue siendo el punto neurálgico de la estrategia económica oficial.

El Banco Central reinstauró este viernes una nueva restricción cambiaria que endurece el cepo y apunta directamente a limitar el arbitraje entre divisas.
Según la comunicación A 8336, todas las personas humanas y jurídicas que accedan al mercado oficial de cambios deberán comprometerse a no operar en los dólares financieros —MEP y CCL— durante un plazo de 90 días.
La medida, que ya estaba vigente para las empresas, ahora se extiende a los individuos y refuerza el cerrojo en ambos sentidos: quienes compren dólar financiero tampoco podrán recurrir al oficial por tres meses.
El objetivo declarado es cortar el circuito conocido como “rulo”, una operatoria que aprovecha la brecha entre el tipo de cambio oficial y los financieros para obtener ganancias rápidas en dólares. El Banco Central, bajo la conducción de Santiago Bausili, busca con esta disposición reducir la presión sobre las reservas, evitar especulación en un mercado altamente volátil y contener expectativas de devaluación.
La decisión refleja la tensión que enfrenta el Gobierno entre sostener un tipo de cambio oficial que funcione como ancla inflacionaria y, al mismo tiempo, evitar que el drenaje de divisas por operaciones especulativas acelere la inestabilidad.
Al extender el cepo a personas físicas, el Ejecutivo envía una señal de mayor control sobre la demanda de dólares, pero también profundiza las restricciones sobre un mercado que ya opera bajo condiciones de elevada incertidumbre.
El endurecimiento del régimen cambiario, aunque busca estabilizar el frente financiero, abre interrogantes sobre sus efectos secundarios: menor liquidez en los dólares bursátiles, incentivo a un mercado paralelo aún más activo y un posible freno en operaciones legales de cobertura.