19 de noviembre de 2025

El Gobierno logró superávit en octubre y refuerza su estrategia de ancla fiscal en medio de la tensión política

El dato, difundido por el Ministerio de Economía, aparece en un contexto marcado por la elección legislativa de medio término y por la necesidad oficial de sostener señales de disciplina fiscal ante la volatilidad económica y política.

El Gobierno informó que el Sector Público Nacional registró en octubre superávit primario y financiero, consolidando un excedente acumulado cercano al 0,5% del PIB en los primeros diez meses del año.

Según el reporte, el superávit financiero del mes alcanzó los $517.672 millones, derivado de un saldo primario de $823.925 millones y del pago de intereses netos por $306.253 millones. La dinámica evidencia el peso que tiene el ajuste del gasto público para sostener la estrategia del “ancla fiscal”, uno de los pilares del programa económico vigente.

Aun con ingresos creciendo 28,1% interanual y gastos primarios aumentando 29,6%, el Gobierno remarcó la reducción real del gasto gracias a una base comparativa afectada por ingresos extraordinarios en octubre del año anterior.

El presidente Javier Milei celebró los resultados en redes sociales, asociando el superávit con lo que considera una depuración de prácticas “populistas”. En paralelo, el ministro Luis Caputo subrayó que el desempeño fiscal se consiguió en un mes atravesado por “volatilidad política” e intentos parlamentarios de modificar el equilibrio presupuestario. Insistió en que el orden monetario y fiscal contribuyó a contener los efectos derivados de la caída en la demanda de dinero.

La composición de los ingresos también muestra elementos particulares. Su variación interanual estuvo influida por la vigencia en 2024 del impuesto PAIS y por los fondos provenientes de la exteriorización de activos y del Régimen Especial de Ingreso del Impuesto sobre los Bienes Personales. En cuanto al gasto, se destaca la suba real de jubilaciones y pensiones contributivas (8,1%) y de la Asignación Universal para Protección Social (6,8%), mientras que el gasto primario global se redujo 1,3% en términos reales.

El anuncio permite al Gobierno reforzar su narrativa de consolidación fiscal, pero también abre interrogantes sobre la sostenibilidad del ajuste en un escenario macroeconómico aún frágil y con señales mixtas en materia de actividad y recaudación. La continuidad del superávit dependerá de la resistencia política a nuevas tensiones legislativas y de la capacidad del Ejecutivo para sostener ingresos sin recurrir a medidas transitorias o excepcionalmente recaudatorias.

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