20 de noviembre de 2025

El Gobierno frenó el avance de Adorni y restituye a Santilli el control de Deportes y del Renaper

El episodio exhibe un gabinete en plena redefinición de fuerzas, donde las tensiones internas obligan a calibrar cada movimiento y donde el equilibrio entre autonomía de gestión y control político se vuelve un factor determinante para la estabilidad del oficialismo.

El oficialismo retrocedió esta semana en uno de los movimientos administrativos más controvertidos desde el triunfo legislativo de Javier Milei.

Tras la puja interna que desató el intento de Manuel Adorni, recién asumido como jefe de Gabinete, por ampliar su influencia dentro del organigrama estatal, el Gobierno resolvió devolver al Ministerio del Interior el control del Registro Nacional de las Personas (Renaper) y de la Secretaría de Deportes. La decisión quedó formalizada en el Decreto 825/2025, que revierte parcialmente los cambios impulsados por el Decreto 793/2025.

El repliegue refleja la intensidad de la interna desatada por el avance de Adorni, cuya estrategia buscaba concentrar áreas clave bajo su órbita mientras Milei celebraba su victoria electoral. La disputa obligó al Ejecutivo a ordenar nuevamente el reparto de poder y a preservar la centralidad política de Diego Santilli, uno de los ministros más fuertes del gabinete.

La reincorporación del Renaper al Ministerio del Interior no es un simple movimiento burocrático: implica restablecer un marco de coordinación con Migraciones y el padrón electoral, devolviendo a Interior el manejo de información crítica para la seguridad nacional y los procesos electorales. La transferencia incluye presupuesto, personal y competencias exclusivas, consolidando otra vez un esquema que garantiza mayor cohesión en la gestión de datos sensibles.

En paralelo, la Secretaría de Deportes abandona el Ministerio de Capital Humano y vuelve a la órbita de Interior, tras una negociación que también redefinió el futuro de la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes que conduce Daniel Scioli. Santilli quedará al frente de Turismo y Ambiente, mientras que Deportes se convertirá en una subsecretaría que continuará bajo la conducción de Diógenes de Urquiza Anchorena, al menos hasta febrero.

El reacomodamiento incluye además un pedido de Santilli: sumar un área de articulación parlamentaria propia que replique funciones de Enlace Parlamentario, con el objetivo de fortalecer el vínculo directo con el Congreso en un momento en que el oficialismo busca capitalizar su avance electoral.

Adorni, por su parte, mantiene una cuota de poder relevante. Tras absorber la Secretaría de Comunicación y Medios —antes dependiente de Presidencia— concentrará la vocería presidencial y el manejo de los medios públicos, un territorio estratégico para la narrativa y proyección política del gobierno.

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